28 enero, 2014

Diez consejos para ser feliz. Avalados por científicos.

1. Haz ejercicio. Aunque sea durante 7 minutos.
El ejercicio tiene un efecto tan profundo en nuestra felicidad y en nuestro bienestar que se ha convertido en una estrategia eficaz para combatir la depresión.
Los beneficios del deporte, sin embargo, no se limitan a las personas deprimidas. Igual que sus efectos son positivos en éstas, lo son en cualquiera que haga ejercicio y desee ser un poco más feliz a lo largo del día.

2. Duerme más: serás menos susceptible ante las emociones negativas
Dormir es muy importante para que el cuerpo se recupere de su actividad diaria, y tiene efectos muy positivos en nuestra alegría.  La falta de sueño afecta con mayor intensidad al hipocampo, por lo que las personas que duermen mal tienen mayor tendencia a recordar con intensidad los eventos negativos y a olvidar los positivos.
La afirmación se sustenta con un experimento realizado por Walker en el que una serie de universitarios privados de sueño debían memorizar una lista de palabras. Recordaban el 81% de las palabras negativas, como cáncer, y sólo el 31% de las palabras positivas o neutras, como sol o baloncesto.

3. Pasa más tiempo con los amigos y la familia
Suena tópico, pero no haber pasado el tiempo suficiente con los amigos y la familia es uno de los principales arrepentimientos que expresa la gente antes de morir. Interactuar con aquellos que nos aprecian y a los que apreciamos revierte positivamente en nuestro estado de ánimo. Así lo explica Daniel Gilbert, profesor de psicología de Harvard: "Somos felices cuando tenemos familia y somos felices cuando tenemos amigos, y casi todas las otras cosas que creemos que nos hacen felices son, en realidad, vías para tener más amigos y más familia".

4. Sal a la calle con frecuencia
Reservar tiempo para estar al aire libre cuando hace buen día proporciona grandes ventajas; un estudio reveló que pasar 20 minutos en la calle cuando hace buen tiempo no sólo propicia el buen humor, sino que desencadena la reflexión y mejora la memoria.

5. Ayuda a los demás
Para ser felices nosotros mismos resulta imprescindible ayudar a los demás, y 100 horas al año (dos horas a la semana) parece ser el número clave de tiempo que debemos dedicar al resto. El Journal of Happiness Studies publicó una investigación que aludía al hecho de que la gente a la que se le había encargado comprar algo para otra persona experimentaba una felicidad mucho mayor que aquellos que se habían comprado algo a sí mismos.

6. Sonríe
No se trata de fingir, pero sonreír nos puede hacer sentir mejor. Por supuesto, es importante que la sonrisa sea el producto de cultivar pensamientos positivos, como afirma un estudio de la Michigan State University. Éste sugiere que los que trabajan de cara al público, si fuerzan una sonrisa falsa a lo largo del día su estado de ánimo empeora y terminan por dejar el trabajo. Sin embargo, aquellos que sonríen como resultado de pensar en cosas positivas mejoran su estado de ánimo y están más alegres.

7. Planea un viaje, aunque no vayas a hacerlo
El mero hecho de planear un viaje o un descanso del trabajo puede contribuir al bienestar. Un estudio publicado en el Applied Research in Quality Life mostraba que el mayor pico de felicidad se experimentaba durante la planificación de las vacaciones, más que durante el propio viaje.

8. Medita
Un equipo de investigación del Massachusetts General Hospital realizó escáneres cerebrales a 16 personas antes y después de su participación en un curso de meditación de ocho semanas. El estudio, publicado en Psychiatry Research: Neuroimaging, concluía que tras completar el curso las partes del cerebro asociadas con la compasión y la consciencia propia habían crecido, mientras que las partes relacionadas con el estrés se reducían.
Además, meditar suele relajarnos y clarificar nuestra mente, lo que también contribuye a nuestra propia felicidad.

9. Múdate cerca del trabajo
El tiempo que nos cuesta llegar al lugar del trabajo tiene un gran impacto en nuestra felicidad. Al fin y al cabo, es algo que hacemos dos veces al día, cinco días a la semana, y la gente a la que le lleva mucho tiempo desplazarse o que lo hace de manera incómoda es menos feliz.

10. Practica la gratitud
Estar agradecidos por las cosas que tenemos –lo que implica valorarlas en su justa medida– es muy importante para ser conscientes de nuestra felicidad y disfrutarla más. De hecho, los participantes de un experimento ligado a la gratitud debían, en primer lugar, escribir una lista de las cosas por las que estaban agradecidos, y ese simple hecho ya mejoró su estado de ánimo. Siempre de acuerdo con el refranero español, para el que "es de bien nacido ser agradecido".

Visto en El Confidencial

25 enero, 2014

La sociedad que vivimos hoy.

"Vivimos en una sociedad en la que cada vez se opina más, pero se piensa menos"

José Manuel Bermudo

17 enero, 2014

Beauty. Las pinturas animadas de Rino Stefano Tagliafierro.

 No es la primera vez que en esta sección aparecen pinturas animadas gracias a la "magia digital" de los ordenadores.
En este vídeo de nueve minutos de duración del director italiano Rino Stefano Tagliafierro podemos ver como cobran vida obras desde el Renacimiento hasta el simbolismo del siglo XIX.
Para la realización del vídeo el artista ha utilizado más de 80 pinturas de artistas como Bougereau, Godward, Caravaggio o Rubens.
Puedes descubrir el nombre de todas las obras utilizadas en el orden de aparición correspondiente pinchando sobre este enlace.

Os recomiendo que pongáis el vídeo en HD a pantalla completa y subir el volumen de los altavoces y disfrutad de esta maravilla.

 

13 enero, 2014

Breve resumen de los requisitos mínimos para ejecutar Microsoft Windows en nuestro ordenador.

Si tuvieramos que hablar de la importancia que ha tenido Microsoft en el mundo de la informática, sin duda alguna deberíamos de reservarle un sitio de honor ya que esta empresa creó con Windows un "sistema operativo" que por "primera vez" ofrecía un entorno amigable entre el ordenador y el usuario que por primera vez se acercaba al apasionante mundo de la informática.
Y ojo.... vease que pongo "sistema operativo y primera vez " entre comillas porque mucho antes que Microsoft desarrollase su primer Windows 1.0 en 1985,  hubo muchas empresas investigando antes que ellos sobre entornos gráficos para ser utilizados en ordenadores de sobremesa o estaciones de trabajo como Xerox Star en 1981, Apple Lisa Office Sistem 1 en 1983, VisiCorp Visi On y Mac OS System 1.0 en 1984, así que como podemos ver hubo "vida" antes de que Microsoft llevase la informática al punto en que la conocemos hoy día.
Lo que vino después, viendo la velocidad a la que evoluciona este apasionante mundo, es prehistoria: GEM de Digital Research en 1985, IRIS 3 y GEOX en 1986, Windows 2.0 en 1987, OS/2 1.0 de IBM.

 A continuación podemos ver, extraidas de las páginas de Microsoft,  los requisitos mínimos del equipo informático para poder ejecutar con soltura esta familia de  sistemas operativos desde sus inicios. Podremos observar que el consumo de recursos de la máquina ha sido exponencial y que en las últimas versiones, si bien el fabricante nos indica que con un procesador de 1 Ghz y 1 Gb de Ram es posible ejecutarlo, tengo mis dudas de que semejante máquina sea capaz de arrancar el equipo. Tampoco indica cual es el procesador recomendado ni el tamaño exacto que va a ocupar en nuestro disco duro.
Actualmente tengo un equipo sobremesa con Procesador Core2 a 2.13 Ghz, 4Gb de RAM y 320 Gb de disco duro y en el test de Windows 7 para ver la idoneidad del equipo marca un 2.2 sobre 10, es decir casi la más baja de todas. Así que no quiero ni imaginar si le cargase un Windows 8.


Requisitos mínimos Windows 3.0:
Al hablar de Windows 3.0 tenemos que dejar claro que no estamos hablando de un Sistema Operativo  en si mismo, ya que se se trataba de una interfaz gráfica para DOS, que desde su aparición en mayo de 1990 marcó un antes y un después en el mundo de la informática.


procesador 80386 o superior (*)
1024 KB gratuita de memoria extendida
HIMEM.SYS cargado en la ventana CONFIG.SYS
(*) Requisitos mínimos para ejecutarse en modo standard.

Requisitos del sistema para instalar Windows 95:

PC con un procesador 386DX o superior (se recomienda 486)
4 megabytes (MB) de memoria (se recomiendan 8 MB)
Espacio en disco duro necesario normalmente para actualizarse a Windows 95: 35 a 40 MB. El requisito real varía, dependiendo de las características que elija instalar.
Espacio en disco duro necesario normalmente para instalar Windows 95 en un sistema limpio: 50 a 55 MB. El requisito real varía, dependiendo de las características que elija instalar.
Una unidad de disco de 3,5 pulgadas de alta densidad
Resolución VGA o superior (se recomienda SVGA de 256 colores)


Requisitos del sistema para instalar Windows 98: 


Un PC con un procesador 486DX a 66 megahercios (MHz) o superior (unidad central de procesamiento recomendada por Pentium).
16 megabytes (MB) de memoria (se recomiendan 24 MB).
Una actualización típica de Windows 95 requiere aproximadamente entre 120 MB y 295 MB, dependiendo de la configuración de su equipo y de las opciones que decida instalar.
Una instalación completa de Windows 98 en una unidad FAT16 requiere 225 MB de espacio libre en el disco duro, pero dicho espacio puede fluctuar entre 165 MB y 355 MB, dependiendo de la configuración de su equipo y de las opciones que decida instalar.
Una instalación completa de Windows 98 en una unidad FAT32 requiere 175 MB de espacio libre en el disco duro, pero dicho espacio puede fluctuar entre 140 MB y 255 MB, dependiendo de la configuración de su equipo y de las opciones que decida instalar.

VGA o una resolución superior (recomendado color SVGA de 16 o 24 bits).

Requisitos del sistema para instalar Windows XP Home Edition:


Procesador Pentium a 233 megahercios (MHz) o mayor velocidad (se recomienda 300 MHz)
Al menos 64 megabytes (MB) de RAM (se recomienda 128 MB)
Un mínimo de 1,5 gigabytes (GB) de espacio disponible en el disco duro
Unidad de CD-ROM o DVD-ROM
Adaptador de vídeo y monitor con una resolución Super VGA (800 x 600) o mayor

Requisitos del sistema para instalar Windows Vista Home Premium, Business, Enterprise y Ultimate:


Procesador de 32 bits (x86) o de 64 bits (x64) a 1 gigahercios (GHz)
1 GB de memoria del sistema
Tarjeta de gráficos con capacidad para Windows Aero

Nota : esto incluye una tarjeta gráfica de clase DirectX 9 que admita lo siguiente:
Un controlador WDDM
Pixel Shader 2.0 en hardware
Admite 32 bits por píxel
128 MB de memoria de gráficos (como mínimo)
Disco duro de 40 GB con 15 GB de espacio libre (los 15 GB de espacio libre son para el almacenamiento de archivos temporales durante la instalación o actualización)

Requisitos del sistema para instalar Windows 7:


Procesador de 32 bits (x86) o 64 bits (x64) a 1 gigahercio (GHz) o más.
Memoria RAM de 1 gigabyte (GB) (32 bits) o memoria RAM de 2 GB (64 bits).
Espacio disponible en disco rígido de 16 GB (32 bits) o 20 GB (64 bits).
Dispositivo gráfico DirectX 9 con controlador WDDM 1.0 o superior.

Requisitos del sistema para instalar Windows 8.1:
 Procesador: 1 gigahercio (GHz) o más rápido, compatible con PAE, NX y SSE2.
RAM: 1 gigabyte (GB) (32 bits) o 2 GB (64 bits)
Espacio en el disco duro: 16 GB (32 bits) o 20 GB (64 bits)
Tarjeta gráfica: dispositivo gráfico Microsoft DirectX 9 con controlador WDDM

05 enero, 2014

Reyes magos y reinas magas.



Creemos que los niños son gilipollas. Que no se enteran. Que podemos engañarlos con facilidad, haciéndolos cómplices de nuestros prejuicios, torpezas y limitaciones. Pero nos equivocamos. Esos diminutos seres con cara de panoli son formidables desarrollando intuiciones magistrales y conclusiones perspicaces. Su capacidad de observación, de intuición extrema y casi animal, su honradez intelectual incontaminada por las convenciones sociales que más tarde acabarán atrapándolos, son asombrosas. Nadie tan coherente, recto y tenaz como ellos al construir mundos propios y defenderlos, aplicar el sentido común, ilusionarse con desafíos, razonar sobre evidencias. Tan consecuentes y honrados, a veces hasta la crueldad, con el mundo que ven o creen ver. Tan próximos todavía a las reglas naturales de la vida; a esas realidades inexorables que los adultos aún no hemos podido hacerles olvidar, ni enmascarar y manipular estúpidamente para ellos. O más bien para nosotros. Para nuestra comodidad y sosiego.


Me hace pensar en esto una moda reciente relacionada con la cabalgata de la noche de Reyes: confiar el papel de Melchor, Gaspar o Baltasar a una mujer. Todo, naturalmente, como cuota políticamente correcta: un tercio de sus majestades de Oriente, para cumplir con el qué dirán. Lo que se traduce en señoras disfrazadas de varón, con barba, corona y demás parafernalia. En los días siguientes al último de Reyes, algunos lectores y amigos me hicieron llegar cartas con sus opiniones sobre la cosa; y algunos, incluso, recortes de prensa con otras cartas publicadas en periódicos locales. Comentarios jocosos o indignados, según el talante de cada cual: mucha chufla y algún cabreo, como el de esa madre cuyo hijo de seis años, embozado con bufanda y gorro de lana bajo los que sólo podían verse sus ojos atónitos, le zarandeaba una mano gritando: «¡Mami, mami, ese rey es una mujer!».

"Como los pequeños cabroncetes no tienen un pelo de tontos, en cuanto pasa por delante la carroza, huelen la tostada. Y se les fastidia así la fiesta, la ilusión, la fe en algunas cosas que, para bien de la Humanidad, es conveniente conserven durante el mayor tiempo posible, antes de que la vida les demuestre lo que hay bajo el cartón y el falso armiño de cada rey, mago o no mago"

No pasa nada, dirán algunos, por que un rey mago, incluso los tres, sea una mujer. Si ciertas señoras creen que su presencia ahí ayuda a conseguir más respeto para su sexo, pues oigan. Bendito sea. Adelante con los faroles. A fin de cuentas, una cabalgata de Reyes toca menos el rigor que el folklore. Puestos a disfrazarse y a dar espectáculo, sería como negarse a que en las fiestas de moros y cristianos, o en las de cartagineses y romanos -pura y divertida murga sana-, haya señoras que quieran salir de guerrero almohade o legionario romano. Allá cada cual con sus fiestas, sus disfraces y sus botas de vino. Otra cosa es cuando se trata de una reconstrucción histórica calculada y rigurosa, como Las Navas, el 2 de Mayo o la batalla de La Coruña, por ejemplo. Meter ahí a una señora de fusilero británico o de adalid navarro da el cante; quita credibilidad al asunto, porque en aquellos tiempos las señoras no andaban pegando tiros, asaltando trincheras ni dando espadazos a los infieles; y cuando ahora se escriben novelas o se hacen películas donde ocurre eso, tales películas y novelas suelen ser una imbecilidad perfecta.

El problema con los reyes magos es otro: la tradición se refiere a tres reyes varones. Y es la tradición precisamente, transmitida de padres a hijos, la que hace a los niños que aún conservan la inocencia adecuada esperar con ilusión la llegada anual de esos magos de Oriente, cuyos nombres y sexo conocen perfectamente, hasta el punto de que resulta imposible darles Baltasara por Baltasar. Y como los pequeños cabroncetes no tienen un pelo de tontos, en cuanto pasa por delante la carroza, huelen la tostada. Y se les fastidia así la fiesta, la ilusión, la fe en algunas cosas que, para bien de la Humanidad, es conveniente conserven durante el mayor tiempo posible, antes de que la vida les demuestre lo que hay bajo el cartón y el falso armiño de cada rey, mago o no mago. Y así, subida en una carroza, la reina Gaspara, o como se llame, puede que haga un favor enorme a la visibilización de la mujer; pero también estará reventando la ilusión, en su noche más hermosa del año, a millares de criaturas que, sintiéndose estafadas, se volverán a sus padres para denunciar, con justa indignación: «¡Papi, ese rey con barba es una chica!».

Así que ya pueden despedirse de la magia, nuestras criaturas. Darse por fastidiadas. En este país acomplejado y cobarde donde no caben un tonto, un sinvergüenza, un oportunista más, cualquier nueva idiotez triunfa que da gusto. Habrá polémica, claro. Sentido común versus matonismo ultrarradical. Acusaciones de machista intransigente a quien no trague. En consecuencia, las autoridades dispondrán cada vez más cabalgatas con la cuota adecuada de reyes y reinas, magos y magas, camellos y camellas, pajes y pajas. Todo sea por no discrepar. Y a los niños, pues bueno, pues vale, pues me alegro. A ésos, que les vayan dando.

Autor Arturo Pérez-Reverte