Después de lo que me sucedió ayer con el vigilante no creía que me volviera a sorprender, y cual ha sido mi sorpresa cuando hoy he tenido que ir al mismo sitio (lo único que no sé es de si se trata del mismo vigilante, ya que al llamar a un interfono no le veo la cara) y se desarrolla la siguiente conversación:
Seguridad: Buenos días, digame.
Yo: Hola, vengo a montar un plotter.
Seguridad: Puede pasar.
Teniaís que haber visto la cara de pasmado que se me quedó. ¿Donde está la seguridad?, ¿Para que tantas preguntas el día anterior?, ¿En que plaza aparco?.
En vista de que el vigilante que me atendió estuvo a punto de aprobar el examén y como no tenía ganas de calentarme la cabeza porque dentro de un rato empieza el fín de semana, no le dí más vueltas.
14 septiembre, 2007
El arte de morir 2ª parte
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Personal
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