29 junio, 2008

¿Quien finge mejor, los niños o las niñas?

Un conocido programa de televisión decidió hacer una prueba para ver si fingían mejor los niños o las niñas.

La prueba consistía en que los niños tenían que probar un yogur, y luego tenían que decir "¡¡¡QUE BUENOS!!!".

El programa para ver las reacciones de los niños, había sustituido el azucar del yogur por sal sin que ellos lo supieran. Aquí tenéis el resultado.





Yo creo que está claro quién finge mejor.

27 junio, 2008

Los principes del universo

Quiero agradecer públicamente a la autora del relato que haya tenido la amabilidad de enviarmelo personalmente para publicarlo. La primera vez que lo leí en el diario Metro, supe que era un relato que quería poner en mi blog.
El relato nos hace pensar en nuestra condición de seres mortales y de como nos empeñamos en hacer todas aquellas cosas que no queremos hacer.
Por eso siento envidia toda aquella gente que tiene el coraje suficiente para hacer lo que le apetece en cada momento, porque son los que realmente viven.

Muchas gracias por habermelo enviado......

LOS PRÍNCIPES DEL UNIVERSO.

Vivimos como si fuéramos inmortales y sólo a veces, cuando a nuestro alrededor sucede algo irreparable, abrimos los ojos y vislumbramos por un instante la realidad. Por lo general no nos gusta lo que vemos: nos causa pavor y pánico, nos demuestra lo débiles y transitorios que somos. Así que tendemos a cerrar de nuevo los ojos o, al menos, a entornarlos porque la vida, como el show de la canción, debe continuar, y si estuviéramos considerando sin cesar nuestra condición de seres mortales que nacen con una fecha de caducidad que no viene marcada en ninguna etiqueta visible, no iríamos a la oficina cada mañana, no nos meteríamos en atascos absurdos que nos hacen perder cientos de horas ni nos embutiríamos en unos malolientes medios de transporte, atestados como vagones de ganado.

"Si considerasemos nuestra condición de seres mortales, no pensaríamos que ya tendremos tiempo para hacer lo que de verdad queremos hacer porque seríamos conscientes de que puede que más tarde no tengamos ese tiempo".

No engulliríamos en quince minutos comida envasada sólo para poder seguir trabajando ni nos hacinaríamos en casas microscópicas por las que pagamos lo que nunca tendremos. No sonreiríamos como bobos al director de la sucursal bancaria que nos “da” ese dinero que no tenemos, ni soportaríamos con una especie de estoicismo feliz la fealdad de unas ciudades grises, asfixiantes y ruidosas, que justifican la necesidad de seguir tirando de un carro que pesa cada vez más. No pensaríamos que ya tendremos tiempo para hacer lo que de verdad queremos hacer porque seríamos conscientes de que puede que más tarde no tengamos ese tiempo. No pasaríamos el día deseando que llegue pronto el día siguiente y luego el otro para que el fin de semana esté ya aquí y entonces empezar a suspirar por las vacaciones de verano, momento en que ansiaremos que lleguen las Navidades. No permitiríamos que nos hicieran creer que la felicidad está en comprar cosas ni nos consolaríamos pensando que, al fin y al cabo, todos hacemos lo mismo porque todos estamos en la misma espiral de inconsciencia.

Jonathan Swift escribió “Ojalá vivas todos los días de tu vida”. Pues eso: Ojalá.

Si te ha gustado este relato Visita el blog de Pilar Adón pinchando en este enlace

Rabo de toro con salsa de cebolla

Para cuatro personas necesitamos:

2 Kg de rabo de toro cortado por la coyuntura. (el rabo de toro tiene muchísimo hueso y si comprasemos menos cantidad se nos quedaría en nada).
1 pimiento verde
1 pimiento rojo
1 cebolla
1 puerro
2 ajos
1 hoja de laurel
1 litro de vino tinto con cuerpo, puede servir Rioja o Ribera del Duero.
aceite, harina, sal, y pimienta molida

Para la salsa:
2 cebollas gordas
150 grm. de mantequilla
250 c.c. de nata líquida


Lo primero que hemos de hacer es salpimentar los trozos de rabo de toro y enharinarlos.
En una sartén que tenga bastante aceite lo ponemos a calentar, y freimos ligeramente los trozos de rabo de toro para que se cierre el poro.
Cuando estén fritos apartamos los trozos y reservamos.
Picamos toda la verdura a excepción de los ajos y los echamos en una olla junto con los dos ajos enteros y la hoja de laurel.
Añadimos un poco de sal.

Cuando se haya pochado ligeramente, echamos los trozos de rabo de toro, lo movemos para que se mezclen los sabores y le añadimos el litro de vino tinto.
Dejamos que cueza a fuego lento durante tres o cuatro horas, hasta que el rabo de toro esté tierno.

Este paso es muy importante ya que al hervir a fuego lento el vino ablandará la carne, si lo hacemos a fuego vivo la carne nos quedará dura.


Cuando quede una hora para terminar la cocción preparamos la salsa de cebolla, para ello ponemos una sartén al fuego y derretimos la mantequilla, añadimos la cebolla picada con una pizca de sal y dejamos que se poche lentamente.
Cuando la cebolla esté bien pochada añadimos la nata líquida y dejamos que cueza durante 20 minutos a fuego lento.

Por último lo único que queda es preparar la presentación del plato.
Cogemos los trozos de rabo de toro y retiramos la carne del hueso.
Lo mezclamos con las verduras y lo ponemos en un plato con un aro de metal.

Pasamos la salsa de cebolla por la batidora y la ponemos en el plato junto al rabo de toro.
Se puede servir acompañado de patatas fritas a la larga.

Buen provecho.

26 junio, 2008

La barraca

A mediados de 1895, Vicente Blasco Ibañez tuvo que huir de Valencia después de una manifestación contra la guerra colonial, que degeneró en un movimiento sedicioso, dando origen a numerosos enfrentamientos de los ciudadanos con la policia y guardia civil.

Perseguido por la autoridad militar como presunto autor de este suceso, el novelista vivió escondido en varios lugares, uno de ellos fué el altillo de un despacho de vinos situado cerca del puerto de Valencia a la espera de que sus amigos le preparasen la huida en un vapor que iba a zarpar hacía Italia.

Al verse obligado a permanecer escondido, el autor leyó todos los libros que poseía el dueño de la casa, que no eran muchos, ni de interés. Así que para distraerse durante su encierro escribió en dos tardes un cuento basado en la huerta valenciana y al que tituló "Venganza moruna". Era la historia de unos campos forzosamente yermos que el autor vió, siendo niño, en los alrededores de Valencia.

Cuando embarcó para Italia, dejó olvidados en la taberna todos sus objetos personales, y el fajo de hojas con el cuento que acababa de escribir. Después de vagar por Italia durante tres meses, volvió a España y un consejo de guerra le condenó a varios meses de presidio, por lo que estuvo encerrado durante un año, sufriendo los rigores de una severidad intencionada y cruel. Al serle conmutada la pena, fué desterrado a Madrid, para estar más vigilado por el gobierno, y finalmente el pueblo de Valencia le eligió como diputado, librandole así de nuevas persecuciones, gracias a la inmunidad parlamentearia.

Su campaña electoral consistió principalmente en discursos al aire libre, ante muchedumbres enormes. Una tarde cuando estaba saludando a algunos de los oyentes, el autor reconoció entre ellos al joven que le había escondido en su casa.

Vicente Blasco Ibañez ante la insistencia del joven tuvo que acercarse a saludar a la madre de este y de paso volver a ver la pequeña habitación que le había servido de refugio, durante el tiempo que estuvo escondido. Mientras el autor recordaba emocionado su hospedaje en aquella vivienda, los propietarios fueron sacando todos los objetos personales que el autor había dejado olvidados allí. Así fué como Vicent e Blasco Ibañez recobró el cuento Venganza moruna y que leyó como si no fuera suyo.

Después de leerlo, decidió ampliar el relato y hacer una novela, para ello lo primero que hizo fué quitarle el título original ( que posteriormente usaría para otro relato ) y ponerle "La barraca".

El libro se publicó por primera vez en el folletón del pueblo, pasando casi inadvertida. Más tarde, Francisco Sempere, su compañero de empresas editoriales, y que por entonces era un librero, publicó una edición de "La barraca" de setecientos ejemplares que se vendieron al precio de una peseta. En esta ocasión el éxito tampoco fué considerable ya que apenas si se vendieron quinientos ejemplares.

Ocupado en trabajar en sus ideas políticas, el autor no prestaba atención a la suerte editorial de su obra, cuando recibió una carta del Sr. Hérelle, un celebre traductor y profesor del Liceo de Bayona, que le pedía permiso para traducir su obra.

Despreocupado, dejó sin respuesta la carta de este señor, pero ante la insistencia del Sr. Hérelle por traducir la obra, le envió cuatro líneas autorizandole a realizar la traducción y de paso olvidarse de él.

Una mañana los diarios de Madrid anunciaron en sus telegramas de París que se había publicado la traducción de "La barraca", novela del diputado republicano Vicente Blasco Ibáñez, con un éxito editorial enorme, y los primeros críticos de Francia hablaban de ella con elogio.

"La barraca" que había aparecido en una edición española de setecientos ejemplares (vendiendose únicamente quinientos de ellos la mayor parte en Valencia), y que no mereció, al publicarse otro saludo que unas cuantas palabras de los críticos de entonces, pasó de golpe a ser novela célebre. El periodista Miguel Moya la publicó en el folletín El Liberal, y luego empezó a remontarse de edición en edición, hasta alcanzar su cifra actual de cien mil ejemplares legales.
Sin contar las ediciones que se hicieron en America sin su permiso. A la traducción francesa le siguieron otras y otras en todos los idiomas de Europa. Si se suman los ejemplares de todas las ediciones, pasan, seguramente del millón.

La ganancia que tuvo el autor por los quinientos ejemplares que vendió junto a su amigo Sempere, fué de setenta y ocho pesetas a repartir entre los dos.

El argumento de "La barraca" es el siguiente:

Sobre las tierras del tío Barret, que se atrevió a romper las cadenas y a cortar la cabeza del amo, don Salvador, con la consiguiente ruina de su familia, pesa una maldición. Convertidas en símbolo de la lucha contra los terratenientes, nadie debe cultivarlas.

La hostilidad se desata contra un forastero, Batiste Borrull, que, con el sueño de sacar a su familia adelante, decide arrendarlas, desatando así una tempestad de odio y resentimiento que culmina trágicamente. En la mejor tradición de la novela naturalista, Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928) se demora en La Barraca (1898) en el análisis de la psicología colectiva y achaca la crueldad de los personajes a los bajos instintos y a la brutalidad del medio en que viven. En estas circunstancias adversas, la lucha del maestro, don Joaquín, para educar a sus alumnos, resulta infructuosa.

Si quieres leer más sobre el argumento de la obra, pincha en este enlace.

25 junio, 2008

Dos gotas de aceite

Cierto mercader envió a su hijo a aprender el Secreto de la Felicidad con el más sabio de todos los hombres. El muchacho anduvo durante cuarenta días por el desierto, hasta llegar a un bello castillo, en lo alto de una montaña. Allí vivía el sabio que el muchacho buscaba.

No obstante, en lugar de encontrar a un hombre santo, nuestro héroe entró en una sala en la que se deparó con una enorme actividad: mercaderes que entraban y salían, personas conversando por los rincones, una pequeña orquesta tocando suaves melodías, y una mesa muy bien servida con los más deliciosos platos de aquella región del mundo.
El Sabio conversaba con todos, y el muchacho tuvo que esperar durante dos horas hasta que pudo ser atendido.
Con mucha paciencia, el Sabio escuchó atentamente el motivo de la visita del chico, pero le dijo que en ese momento no tenía tiempo para explicarle el Secreto de la Felicidad.

"El secreto de la felicidad está en saber mirar todas las maravillas del mundo, sin olvidarse nunca de las dos gotas de aceite de la cucharilla".
Le sugirió que diese un paseo por su palacio, y regresase al cabo de dos horas.
-De todas maneras, voy a pedirte un favor –añadió, entregándole al muchacho una cucharita de té en la que dejó caer dos gotas de aceite-. Mientras estés caminando, lleva contigo esta cuchara sin derramar el aceite.
El joven empezó a subir y a bajar las escalinatas del palacio sin apartar la mirada de las gotitas de aceite. Dos horas más tarde, regresó ante la presencia del Sabio.
-Entonces – preguntó el sabio- ¿ya has visto los tapices de Persia que están en mi comedor, y el jardín que al Maestro de los Jardineros le llevó diez años concluir? ¿Y te has fijado en los hermosos pergaminos de mi biblioteca?
El muchacho, avergonzado, confesó que no había visto nada de eso. Su única preocupación había sido no derramar las gotas de aceite que el Sabio le había confiado.
-En ese caso vuelve y conoce las maravillas de mi mundo –dijo el Sabio-. No puedes confiar en alguien hasta que no conoces su casa.
Ya más tranquilo, el joven muchacho tomó una vez más la cucharilla y volvió a pasear por el palacio, pero esta vez fijándose en todas las obras de arte que colgaban del techo y las paredes. Vio los jardines, las montañas de alrededor, la delicadeza de las flores, el refinamiento con que cada obra de arte había sido colocada en su lugar. Por fin, una vez más ante la presencia del Sabio, le contó pormenorizadamente todo lo que había visto.

-Pero, ¿dónde están las dos gotas de aceite que te confié?- preguntó el Sabio.
Mirando a la cuchara, el joven se dio cuenta de que las había derramado.
-Pues este es el único consejo que puedo darte – dijo el más Sabio de los Sabios-. El secreto de la felicidad está en saber mirar todas las maravillas del mundo, sin olvidarse nunca de las dos gotas de aceite de la cucharilla.

24 junio, 2008

Fotografias creativas


Navegando por la red he encontrado dos páginas con fotografias creativas. Las fotografías son de diversos autores y en cada una de las fotos se ha empleado una técnica distinta.

Hay fotos en las que el encuadre, o el objeto fotografiado son determinantes, en otras se ha utilizado photoshop, y otras son fruto del talento y la inspiración del artista.
Espero que os gusten.....

Los derechos laborales en el futuro



Ante la petición de los ministros de la Unión Europea a que se amplie el horario laboral de 48 a 65 horas semanales, el genial Forges ha creado esta viñeta.

Visto en EL País.

19 junio, 2008

El mayor placer de una persona inteligente

"El mayor placer de una persona inteligente es aparentar ser idiota delante de un idiota que aparenta ser inteligente".

Anónimo

Curiosidades sobre Albert Einstein

Según un reciente estudio, investigadores de las universidades de Oxford y Cambridge, han llegado a la conclusión que tanto Einstein como Newton tenían sintomas del síndrome de Asperger.

Muchas personas con este síndrome, son considerados excéntricos, carecen de habilidades sociales, se obsesionan con temas complejos y tienen problemas para comunicarse.
Albert Einstein fué un niño solitario que repetia frases obsesivamente hasta que tuvo siete años, y leía de una forma muy confusa, lo que le ocasionó tener problemas en el colegio. Como dato anecdótico su profesor de griego llegó a decirle: "Nunca llegarás a nada".

Las personas afectadas por el síndrome de Asperger tienen un nivel de inteligencia bastante alto, pero al carecer de habilidades sociales, suelen tener problemas para la integración académica, social o laboral.
Afortunadamente en el caso de Einstein no fué así.

Aqui os dejo unas cuantas frases suyas.

1. "Alguien que nunca ha cometido errores nunca trató de hacer algo nuevo."

2. "La educación es lo que sobra después que a uno se le olvida lo que aprendió en la escuela."

3. "Soy lo suficiente artista como para dibujar de mi imaginación. La imaginación es mas importante que el conocimiento. El conocimiento es limitado. La imaginación envuelve al mundo."

4. "El secreto de la creatividad es saber esconder tus fuentes."

5. "El valor de un hombre debe medirse por lo que da y no por lo que recibe. No trates de convertirte en un hombre de éxito sino en un hombre de valores."

6. "Existen dos maneras de vivir: Puedes vivir como si nada es un milagro, o puedes vivir como si todo es un milagro."

7. "Cuando me examino a mí mismo y mis métodos de pensar, llego a la conclusión que el don de la fantasía ha significado mas para mí que cualquier otro talento para pensar positivo y abstractamente."
8. "Para ser un miembro inmaculado de un rebaño de ovejas, uno debe, sobre todas las cosas, primero ser una oveja."

9. "Debes aprender las reglas del juego. Y después debes jugar mejor que todo el mundo." -

10. "Lo importante de todo es nunca dejar de hacerte preguntas. La curiosidad tiene su propia razón de existir." -

18 junio, 2008

El archivo rojo



El fondo fotográfico de la Junta Delegada de Defensa de Madrid, denominado también como Archivo Rojo y compuesto por más de 3.000 imágenes de la Guerra Civil, estará desde hoy a disposición del público.

Los orígenes de este archivo se remontan a los primeros momentos de la Guerra Civil española, en julio de 1936, si bien contiene imágenes de algunos acontecimientos anteriores de gran relevancia, como la sublevación de Jaca de 1930 o los sucesos de Asturias de 1934.

Una novedad de la consulta de este fondo es que cualquier usuario podrá aportar todo tipo de información que conozca sobre las imágenes. Su ayuda permitirá a los demás visitantes virtuales tener un conocimiento más detallado de esos acontecimientos históricos.
El nombre del Archivo parece hacer referencia a Vicente Rojo, general republicano que desempeñó el cargo de jefe de Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Madrid y responsable del plan de protección de la ciudad, una vez trasladado el Gobierno republicano a Valencia.

Cañas y barro


Acabo de terminar hace escasos minutos esta obra de Vicente Blasco Ibáñez, uno de los escritores más geniales de la época.

La acción de la obra se situa en la Albufera, un bello lago situado en las inmediaciones de Valencia. Los protagonistas principales de la obra son Tonet y Neleta, aunque en el relato aparecen otros como el tio Paloma, Cañamel, Sangonera, o la Samaruca.

La historia de nuestros personajes comienza con una excursión de Tonet, Neleta y Sangonera a la dehesa de la Albufera. Durante la excursión Neleta se tuerce un pié y Sangonera, que es amigo de Tonet, temiendo que se les eche la noche encima decide abandonarlos. Esa noche que pasan juntos condicionara el resto de su vida.
A partir de ese momento todo el pueblo considera novios a Tonet y Neleta, pero son niños y apenas pueden verse. Con el paso de los años Tonet se convierte en un mozo pendenciero y poco dado al trabajo, pués prefiere visitar la taberna de Cañamel, un guardia civil retirado y viudo, que tiene a Neleta trabajando en su establecimiento y a la que considera su posesión.

Su escasa afición al trabajo hacen que Tonet discuta con su padre, lo que le anima a enrolarse como soldado voluntario en la guerra de Cuba. Cuando termina la guerra, Tonet regresa a la Albufera derrotado y enfermo, con una colección de jipijapas y un acordeón como único equipaje, y es considerado como un heroe.

Pero las cosas han cambiado mucho en la Albufera, Neleta se ha convertido en esposa de Cañamel, y Tonet vuelve a visitar la taberna donde Neleta trabaja, algo a lo que Cañamel no se opone, en parte porque el también prestó sus servicios como guardia civil en Cuba, y en parte porque con las historias que cuenta Tonet atráen a la concurrencia.

Tonet, dispuesto a ganarse el pan trabajando, consigue el mejor puesto para pescar, durante un año, en un sorteo que se realiza durante las fiestas. Al no disponer de medios y conocimientos para realizar el trabajo, habla con su abuelo, el tio Paloma, y con Cañamel para entre los tres sacar adelante el negocio.

Pero el tiempo no ha cambiado a Tonet, al que le gusta más la buena vida que trabajar, y aprovechando que Cañamel se ha convertido en su socio, se pasa el día en la taberna, actuando como si fuera el verdadero dueño y el esposo de Neleta. Cañamel no puede aguantar la situación y rompe el trato con Tonet.

Cañamel muere, y a petición de su hermana, la Samaruca, dispone en su testamento que toda su fortuna y bienes fueran a manos de su esposa, con la condición de que no se volviera a casar ni mantuviera relaciones con otro hombre, en cuyo caso la mitad de su fortuna pasarían a manos de su hermana.

Pero el amor entre Tonet y Neleta no se ha desvanecido, aunque a vista de todo el mundo intentan ocultarlo. La situación se complica con el embarazo de Neleta, a la que la Samaruca, deseosa de arrebatar la mitad de la fortuna a Neleta, no deja de vigilar día y noche.

Cuando se produce el parto, Neleta pide a Tonet que lleve a su hijo a Valencia y lo abandone. Tonet incapaz de resistir la autoridad de su querida, inicia una travesía nocturna por la Albufera con el niño, que no deja de llorar, y ante el temor de ser descubierto por los pescadores, decide arrojar al niño al agua.

Al día siguiente Tonet actua como ojeador para un cazador de Valencia, su perra, que antes había sido de Cañamel, buscando una pieza encuentra el cadaver ya putrefacto del niño, ante las horrorizadas miradas del padre y del cazador.

No voy a desvelar el desenlace del libro, porque creo que es mejor que lo leáis. Me gustó la serie de televisión que se emitió a principios de los 80 con una espectacular Victoria Vera en el papel de Neleta, Luis Suarez en el de Tonet y Alfredo Mayo en el del tio Paloma.


17 junio, 2008

Cuando me ame de verdad

Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto, en la hora correcta y en el momento exacto.
Y, entonces, pude relajarme.
Hoy sé que eso tiene nombre......
Autoestima.

Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angústia y mi sufrimiento emocional, no es sino una señal de que voy contra mis propias verdades.
Hoy sé que eso es.....
Autenticidad.

Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente y comencé a ver que todo lo que acontece, contribuye a mi crecimiento.
Hoy sé que eso se llama.......
Madurez.

Cuando me amé de verdad, comencé a percibir como es ofensivo tratr de forzar alguna situación, o persona, solo para realizar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o que la persona no está preparada.....
inclusive yo mismo.
Hoy sé que el nombre de eso es.....
Respeto.

Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable....
personas, situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo.
De inicio, mi razón llamó a esa actitud egoísmo.
Hoy sé que se llama.....
Amor propio.

Cuando me amé de verdad, dejé de temer tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los Megaproyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo.
Hoy sé, que eso es....
Simplicidad.

Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, con eso, erré muchas menos veces.
Hoy descubrí la....
Humildad.

Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme con el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece.
Hoy vivo un día a la vez.
Y eso se llama.....
Plenitud.

Cuando me amé de verdad, percibí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme.
Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, ella tiene una gran y valiosa aliada.
Todo eso es.....
Saber vivir.

16 junio, 2008

La television es muy educativa

"Encuentro la televisión muy educativa. Cada vez que alguien la enciende, me retiro a otra habitación y leo un libro."

Groucho Marx

15 junio, 2008

Tululo III

“La profesora echó un vistazo por el ventanuco desde el que se divisaba una esquina de La Caleta de Cádiz. Daba clase en un colegio de la provincia, y, aunque era sevillana cerrada, los gaditanos le encantaban.
Encima de la mesa de su estudio, unos cien exámenes para corregir. No se dejó invadir por la pereza, se sirvió un té frío y se sentó a la tarea. Antes, una última ojeada a la luz inmensa sobre el mar.
Los ejercicios, 4º de la ESO, trataban sobre las lenguas peninsulares y alguna cuestión de cultura general que había conseguido ir metiendo con calzador a los chavales: un poco de arte, unas pinceladas de historia…
Leyó el primero: «Los versos utilizados en España antes del Renacimiento eran, mayormente, el dodecaedro y el octoedro». ¡Virgen Santa del Rocío! Tachó la respuesta, pero incorporó un «jajaja» con el rotulador rojo en el margen. No se desmoronó. En el tercero de los folios, se afirmaba literalmente: «El euskera es una lengua bilingüe». Se quitó las gafas, se masajeó las sienes: no podía ser cierto. Pero lo era, porque, según otro alumno: «El euskera se cree que llegó del Cáucaso con una familia de inmigrantes». Y todo ello, claro, escrito en lo que quería ser un andaluz fonético. Por ejemplo: «El gallego es de origen griego derivado del latín», que aparecía como «er gayego e dorihen jriego deribao der latín»…
De pronto, una respuesta le hizo fijar su atención de modo especial: «Tululo III». Allí estaba, como contestación a la pregunta número 12. «Tululo III». ¿Tululo Tercero?, se preguntó, ¿pero cuándo hablé yo de un Tululo Tercero? ¿Qué habría entendido aquella alma cándida?. Preocupada, repasó la lista de reyes, de papas… ¿Tululo Tercero? ¿Acaso había querido decir Tululo Tres? Es posible… pero ¿quién es Tululo Tres, en todo caso? Ya está, pensó, este elemento metió aquí a algún cantante de moda o a algún personaje de «Gran Hermano», o algún Camilo Sesto moderno, armándose un taco. Se preparó otro té, más frío aún. Sonrió recordando aquel gazapo de un periódico que puso como pie de foto «Inocencio Díez» bajo una reproducción del retrato velazqueño del Papa Inocencio X.

"El niño, sabedor de Felipes III, de Carlos III, de Abderramanes III, de tanta gente que ha sido III en la historia, no tuvo duda al copiar en su cuaderno el nombre del artista".

Ahí fue cuando se le encendió la bombilla. Recordaba, en efecto, haber explicado algo de pintores famosos en una de las clases. Recordó enseguida que había insistido mucho en que prestaran atención, que aquello iba a ser asimismo materia de examen, que guardaran silencio. Sí, incluso había llevado diapositivas al aula… La intuición le fue creciendo dentro como un irresistible golpe de mar. Algo tenía que ver el «Tululo III» de los demonios con aquella jornada. Algo, pero qué. Agitada, fue en busca de la cartera dande guardaba las preguntas del examen que había puesto. Encontró la de marras y aún quedó más perpleja. La había formulado así: «Escribe el nombre de algún pintor francés famoso». Y Tululo III ¿qué tenía que ver con eso? Ella misma fue repasando en su memoria los artistas franceses: Monet, Manet, Pissarro… Sisley, Morisot… Delacroix, Renoir… Cézanne, Gauguin…
Cuando cayó en la cuenta, hubo de sentarse de golpe en el sofá. Aquella clase se le vino al punto, imagen tras imagen, palabra tras palabra: «A ver, niños, hoy vamos a estudiar a un pintor muy bohemio y muy bueno que se llama Toulouse Lautrec». Y, claro, ¿cómo pronuncia esa frase una sevillana adoptada por Cádiz? Muy sencillo: «Vamo a estudiá a un pintó mu bohemio y mu güeno que ze yama Tululotré». Y el niño, sabedor de Felipes III, de Carlos III, de Abderramanes III, de tanta gente que ha sido III en la historia, no tuvo duda al copiar en su cuaderno el nombre del artista: «Tululo III». ¡Ole y olé, chaval!”

Autor Francisco García Pérez visto en el diario ABC

14 junio, 2008

Merluza a mi manera

Esta receta puede hacerse con pescadilla o con merluza.

4 rodajas de merluza
2 patatas gordas
1 cebolla
1 pimiento verde
100 grm de guisantes.
100 grm de anillas de calamar.
100 grm de almejas
1/2 vaso de tomate triturado
1 ñora
Suficiente caldo de pescado para cubrir las patatas.
12 almendras, 6 ajos, perejil, laurel, harina, aceite y sal.

Lo primero que tenemos que hacer es preparar todos los ingredientes.
Picamos el pimiento, el ajo y la cebolla muy finos, los mantenemos separados, y las anillas de calamar en trocitos como de 2 centimetros de largo.
Ponemos una olla con un buen chorro de aceite a calentar.
Cuando el aceite se haya calentado echamos primero el pimiento verde durante un par de minutos, cuando haya perdido parte de su dureza añadiremos la cebolla y el ajo.

Cuando el sofrito esté listo, tenemos que echar los calamares troceados a la cazuela, los dejamos hasta que veamos que se han frito.
La ñora habrá estado en remojo al menos durante 12 horas. La abrimos y retiramos la carne de la misma con un cuchillo. Echamos a la cazuela la carne de la ñora.
Echamos media cucharadita de harina y movemos para que no se nos queme.
Por último añadimos el tomate frito y ya hemos terminado la primera parte.
Añadimos un poco de caldo de pescado, y la hoja de laurel y lo mantenemos a fuego lento.

Pelamos las patatas y las cortamos en panadera. Las echamos a la cazuela y las cubrimos con el resto del caldo de pescado.
Echamos los guisantes para que se vayan cociendo a la vez que las patatas.

En un mortero añadimos las almendras peladas, los ajos picados y el perejil y hacemos un machado. Lo añadimos a la cazuela.

Cuando las patatas estén casi cocidas, tenemos que añadir el resto del pescado, primero las almejas, luego la pescadilla o merluza y por último las gambas o langostinos.

Dejamos que hierva durante cinco minutos y lo retiramos.
Picamos un poco de perejil muy fino, espolvoreamos por encima y servimos.

Buen provecho......

13 junio, 2008

Un negocio llamado agua



Un anuncio: una mujer atractiva, una botella de agua de una marca determinada en la mano que invita a beber a quienes quieran estar tan estupendas como ella. Sorprendente. Pues, hasta hace poco, sólo bebíamos agua cuando teníamos sed y el cuerpo lo pedía; no necesitábamos que nos incitaran a hacerlo. Además, saciábamos nuestra penuria hídrica abriendo el grifo o recurriendo a una fuente pública gratis. Que eliminara las toxinas o michelines ni se nos pasaba por la imaginación.

Si habíamos sospechado que podría tratarse de vendernos aguas privatizadas, como otro producto cualquiera convertidas en mercancía, ahora, a través de un grupo de científicos, nos enteramos de que lo único que hace el dichoso anuncio es, no sólo no reducir el volumen corporal, sino descarnar nuestros bolsillos para engordar la cuenta bancaria de las multinacionales que ya controlan cerca del 70% de las aguas potables y accesibles del planeta, ese bien tan escaso que, por si fuera, poco en gran parte está contaminado.

"Mientras un habitante del sur consume en promedio 20 litros de agua por día, un europeo llega a 213 y un estadounidense medio roza los 600".


Consecuencia: a unos 1.000 millones de personas se les ha excluido del derecho a acceder al agua potable, causando la muerte de un niño cada 15 segundos, y a otros 2.600 millones de personas, (el 40% de la población mundial), el disfrutar de los servicios básicos de saneamiento; pues, en muchos lugares los ingresos familiares mensuales son menos que unos litros de agua. Lo de que “todo ser humano tiene igual derecho al acceso al agua potable, en cantidad y calidad suficientes como para cubrir sus necesidades”, revela nuestra capacidad de hipocresía. Así, el caldo vital ha dejado de ser uno de los derechos humanos fundamentales para convertirse en una valiosa mercancía, causando muertes, tensiones y gestando guerras.

Un derecho que debería ser una obligación de los políticos a satisfacer en el plano jurídico. Mientras un habitante del sur consume en promedio 20 litros por día, un europeo llega a 213 y un estadounidense medio roza los 600. ¡Prepárense! En breve tendremos que comprar botellas de oxígeno en el supermercado del barrio, y a precio de oro.

Autor Nazarin Amirian Visto en el diario Metro

12 junio, 2008

Jardinera

Hoy me ha venido a la memoria una vieja canción que le cantaba mi abuela a mi hermana cuando mi hermana era una niña.
Mi abuela falleció el año pasado a la edad de 96 años. No tenía estudios, tampoco sabía leer ni escribir, tan solo sabía casar mal las letras.
Nunca fué a la escuela. No existia esa posibilidad cuando ella era una chiquilla. Lo único que había hecho desde que tuvo uso de razón fué trabajar todo cuanto pudo para ayudar al mantenimiento de la familia.

A pesar de no haber tenido estudios, no olvidaba lo poco que aprendió en su niñez. Como esta canción que le cantaba a mi hermana y que seguramente aprendió jugando, como se aprenden las canciones populares, y que no olvidó en toda su vida.
Lo que bien se aprende, mal se olvida...........

Jardinera tú que entraste
en el jardín del amor
de las plantas que tú riegas
dime cuál es la mejor.
Dime cuál es la mejor.

La mejor es una rosa
que se viste de color
del color que se le antoja
y verde tiene la hoja.
Y verde tiene la hoja.

Tres hojitas tiene verdes
y las demás encarnadas
a ti te llamo María
Por ser la más resalada
Por ser la más resalada.

10 junio, 2008

De diez cabezas, nueve embisten y una piensa

Ya en su obra Campos de Castilla, Antonio Machado dijo lo siguiente:

"De diez cabezas, nueve
embisten y una piensa".

El verso se encuentra en Proverbios y cantares, y aunque han pasado 91 años desde que lo escribió, sigue totalmente vigente.

09 junio, 2008

El traje nuevo del emperador

Leyendo este cuento de

Hans Christian Andersen

me doy cuenta de que lo que se relata en él es algo que a día de hoy sigue sucediendo en nuestra sociedad. Con la diferencia de que ahora quien se encarga de decir que es bueno, malo, o regular, o que tenemos que escuchar, comer o vestir son los medios.

Para demostrar mi corazonada, pongo de ejemplo la última canción que nos representó en Eurovisión el Chiki-chiki de Rodolfo Chikilicuatre.

Lo que resultó ser una broma de un periodista, se acabó convirtiendo gracias al bombardeo mediático un asunto casi de estado, en el que hasta los más reacios a que semejante esperpento nos representara en Eurovisión, acabaron defendiendo con uñas y dientes al interprete y a la canción.

Y esto es solo un ejemplo, tenemos muchos más:

Garabatos en un cuadro que son obras maestras porque han estado expuestas en ARCO.

Platos de comida minimalista y cobrada a precio de oro, porque lo ha elaborado un cocinero de prestigio.

Mezclas musicales de lo más dispar, y que nos venden como lo más "In".

Vestidos que son imposibles de poner de un modisto frances. Muebles de diseño que no sabes ni que son.

Y así uno tras otro nos venden mil trajes nuevos del emperador, o lo que a los medios les interesa.

Como este que os cuento aquí.............

Hace muchos años había un Emperador tan aficionado a los trajes nuevos, que gastaba todas sus rentas en vestir con la máxima elegancia.
No se interesaba por sus soldados ni por el teatro, ni le gustaba salir de paseo por el campo, a menos que fuera para lucir sus trajes nuevos. Tenía un vestido distinto para cada hora del día, y de la misma manera que se dice de un rey: “Está en el Consejo”, de nuestro hombre se decía: “El Emperador está en el vestuario”.
La ciudad en que vivía el Emperador era muy alegre y bulliciosa. Todos los días llegaban a ella muchísimos extranjeros, y una vez se presentaron dos truhanes que se hacían pasar por tejedores, asegurando que sabían tejer las más maravillosas telas. No solamente los colores y los dibujos eran hermosísimos, sino que las prendas con ellas confeccionadas poseían la milagrosa virtud de ser invisibles a toda persona que no fuera apta para su cargo o que fuera irremediablemente estúpida.
-¡Deben ser vestidos magníficos! -pensó el Emperador-. Si los tuviese, podría averiguar qué funcionarios del reino son ineptos para el cargo que ocupan. Podría distinguir entre los inteligentes y los tontos. Nada, que se pongan enseguida a tejer la tela-. Y mandó abonar a los dos pícaros un buen adelanto en metálico, para que pusieran manos a la obra cuanto antes.
Ellos montaron un telar y simularon que trabajaban; pero no tenían nada en la máquina. A pesar de ello, se hicieron suministrar las sedas más finas y el oro de mejor calidad, que se embolsaron bonitamente, mientras seguían haciendo como que trabajaban en los telares vacíos hasta muy entrada la noche.
«Me gustaría saber si avanzan con la tela»-, pensó el Emperador. Pero había una cuestión que lo tenía un tanto cohibido, a saber, que un hombre que fuera estúpido o inepto para su cargo no podría ver lo que estaban tejiendo. No es que temiera por sí mismo; sobre este punto estaba tranquilo; pero, por si acaso, prefería enviar primero a otro, para cerciorarse de cómo andaban las cosas. Todos los habitantes de la ciudad estaban informados de la particular virtud de aquella tela, y todos estaban impacientes por ver hasta qué punto su vecino era estúpido o incapaz.
«Enviaré a mi viejo ministro a que visite a los tejedores -pensó el Emperador-. Es un hombre honrado y el más indicado para juzgar de las cualidades de la tela, pues tiene talento, y no hay quien desempeñe el cargo como él».
El viejo y digno ministro se presentó, pues, en la sala ocupada por los dos embaucadores, los cuales seguían trabajando en los telares vacíos. «¡Dios nos ampare! -pensó el ministro para sus adentros, abriendo unos ojos como naranjas-. ¡Pero si no veo nada!». Sin embargo, no soltó palabra.
Los dos fulleros le rogaron que se acercase y le preguntaron si no encontraba magníficos el color y el dibujo. Le señalaban el telar vacío, y el pobre hombre seguía con los ojos desencajados, pero sin ver nada, puesto que nada había. «¡Dios santo! -pensó-. ¿Seré tonto acaso? Jamás lo hubiera creído, y nadie tiene que saberlo. ¿Es posible que sea inútil para el cargo? No, desde luego no puedo decir que no he visto la tela».
-¿Qué? ¿No dice Vuecencia nada del tejido? -preguntó uno de los tejedores.
-¡Oh, precioso, maravilloso! -respondió el viejo ministro mirando a través de los lentes-. ¡Qué dibujo y qué colores! Desde luego, diré al Emperador que me ha gustado extraordinariamente.
-Nos da una buena alegría -respondieron los dos tejedores, dándole los nombres de los colores y describiéndole el raro dibujo. El viejo tuvo buen cuidado de quedarse las explicaciones en la memoria para poder repetirlas al Emperador; y así lo hizo.
Los estafadores pidieron entonces más dinero, seda y oro, ya que lo necesitaban para seguir tejiendo. Todo fue a parar a sus bolsillos, pues ni una hebra se empleó en el telar, y ellos continuaron, como antes, trabajando en las máquinas vacías.
Poco después el Emperador envió a otro funcionario de su confianza a inspeccionar el estado de la tela e informarse de si quedaría pronto lista. Al segundo le ocurrió lo que al primero; miró y miró, pero como en el telar no había nada, nada pudo ver.
-¿Verdad que es una tela bonita? -preguntaron los dos tramposos, señalando y explicando el precioso dibujo que no existía.
«Yo no soy tonto -pensó el hombre-, y el empleo que tengo no lo suelto. Sería muy fastidioso. Es preciso que nadie se dé cuenta». Y se deshizo en alabanzas de la tela que no veía, y ponderó su entusiasmo por aquellos hermosos colores y aquel soberbio dibujo.
-¡Es digno de admiración! -dijo al Emperador.
Todos los moradores de la capital hablaban de la magnífica tela, tanto, que el Emperador quiso verla con sus propios ojos antes de que la sacasen del telar. Seguido de una multitud de personajes escogidos, entre los cuales figuraban los dos probos funcionarios de marras, se encaminó a la casa donde paraban los pícaros, los cuales continuaban tejiendo con todas sus fuerzas, aunque sin hebras ni hilados.
-¿Verdad que es admirable? -preguntaron los dos honrados dignatarios-. Fíjese Vuestra Majestad en estos colores y estos dibujos -y señalaban el telar vacío, creyendo que los demás veían la tela.
«¡Cómo! -pensó el Emperador-. ¡Yo no veo nada! ¡Esto es terrible! ¿Seré tan tonto? ¿Acaso no sirvo para emperador? Sería espantoso».
-¡Oh, sí, es muy bonita! -dijo-. Me gusta, la apruebo-. Y con un gesto de agrado miraba el telar vacío; no quería confesar que no veía nada.
Todos los componentes de su séquito miraban y remiraban, pero ninguno sacaba nada en limpio; no obstante, todo era exclamar, como el Emperador: -¡oh, qué bonito!-, y le aconsejaron que estrenase los vestidos confeccionados con aquella tela en la procesión que debía celebrarse próximamente. -¡Es preciosa, elegantísima, estupenda!- corría de boca en boca, y todo el mundo parecía extasiado con ella.
El Emperador concedió una condecoración a cada uno de los dos bribones para que se las prendieran en el ojal, y los nombró tejedores imperiales.
Durante toda la noche que precedió al día de la fiesta, los dos embaucadores estuvieron levantados, con dieciséis lámparas encendidas, para que la gente viese que trabajaban activamente en la confección de los nuevos vestidos del Soberano. Simularon quitar la tela del telar, cortarla con grandes tijeras y coserla con agujas sin hebra; finalmente, dijeron: -¡Por fin, el vestido está listo!
Llegó el Emperador en compañía de sus caballeros principales, y los dos truhanes, levantando los brazos como si sostuviesen algo, dijeron:
-Esto son los pantalones. Ahí está la casaca. -Aquí tienen el manto... Las prendas son ligeras como si fuesen de telaraña; uno creería no llevar nada sobre el cuerpo, mas precisamente esto es lo bueno de la tela.
-¡Sí! -asintieron todos los cortesanos, a pesar de que no veían nada, pues nada había.
-¿Quiere dignarse Vuestra Majestad quitarse el traje que lleva -dijeron los dos bribones- para que podamos vestirle el nuevo delante del espejo?
Quitose el Emperador sus prendas, y los dos simularon ponerle las diversas piezas del vestido nuevo, que pretendían haber terminado poco antes. Y cogiendo al Emperador por la cintura, hicieron como si le atasen algo, la cola seguramente; y el Monarca todo era dar vueltas ante el espejo.
-¡Dios, y qué bien le sienta, le va estupendamente! -exclamaban todos-. ¡Vaya dibujo y vaya colores! ¡Es un traje precioso!
-El palio bajo el cual irá Vuestra Majestad durante la procesión, aguarda ya en la calle - anunció el maestro de Ceremonias.
-Muy bien, estoy a punto -dijo el Emperador-. ¿Verdad que me sienta bien? - y volviose una vez más de cara al espejo, para que todos creyeran que veía el vestido.
Los ayudas de cámara encargados de sostener la cola bajaron las manos al suelo como para levantarla, y avanzaron con ademán de sostener algo en el aire; por nada del mundo hubieran confesado que no veían nada. Y de este modo echó a andar el Emperador bajo el magnífico palio, mientras el gentío, desde la calle y las ventanas, decía:
-¡Qué preciosos son los vestidos nuevos del Emperador! ¡Qué magnífica cola! ¡Qué hermoso es todo!
Nadie permitía que los demás se diesen cuenta de que nada veía, para no ser tenido por incapaz en su cargo o por estúpido. Ningún traje del Monarca había tenido tanto éxito como aquél.
-¡Pero si no lleva nada! -exclamó de pronto un niño.
-¡Dios bendito, escuchen la voz de la inocencia! -dijo su padre; y todo el mundo se fue repitiendo al oído lo que acababa de decir el pequeño.
-¡No lleva nada; es un chiquillo el que dice que no lleva nada!
-¡Pero si no lleva nada! -gritó, al fin, el pueblo entero.
Aquello inquietó al Emperador, pues barruntaba que el pueblo tenía razón; mas pensó: «Hay que aguantar hasta el fin». Y siguió más altivo que antes; y los ayudas de cámara continuaron sosteniendo la inexistente cola.

08 junio, 2008

Para los amantes de la musica

Aquí os dejo uno de las mejores pagínas web que he encontrado en mucho tiempo. Seguro que a los amantes de la música les va a encantar.

Debajo tienes un listado alfabético, pincha en la letra de tu artista favorito y aparecerán un montón de artistas cuyo nombre comienza por esa letra.
Cuando pinches en la canción que quieras escuchar, te aparecerá una ventana con la letra de la canción...... Y EL VIDEO CORRESPONDIENTE DE EN YOUTUBE.
Una pasada......
Si quieres probarlo pincha en la letra de tu artista favorito.

A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z 0

06 junio, 2008

Semos diferentes

Con Joaquín Sabina no hay medias tintas: o te gusta o le odias. Yo estoy en el primer grupo.
La canción aparece más abajo y que está incluida en el LP "Dímelo en la calle" es un homenaje del cantautor al detective más casposo del cine español Torrente. Personaje creado por el actor Santiago Segura con quien interpreta a duo la canción.
Reconozco que a la hora de componer Joaquín Sabina es posiblemente el mejor compositor español del momento, ya que se desenvuelve bien con cualquier estilo.



Después de limpiar de escoria la fachada
del confort del ciudadano,
apatrullando una calle desconchada
por fumanchús y otomanos.

"Pa´ luego es tarde, ábrete una temporada",
le sopló un ciego vidente.
Y me empadroné en Marbella
en una suite de una estrella
con mi palillo de dientes.
Vacilando de costao
donde corta el bacalao,
la jet set del delincuente.

Donde los jeques
blanquean los cheques
del petrodólar
y marean a don Quijote
con un lingote
de Pepsi Cola.

Sin kagebés, en la CIA
sobran espías
y por consiguientes
James Bond se ve obsoleto,
ningún servicio secreto
contrata agentes como Torrente.
Presente.

En Estrocolmos y en Canadá
en Cannes y en Bogotá,
si pides tapa en un bar
te llaman demente.

En Malasañas y en Washington,
en San Remos y en Hong Kong,
mi Aleti, mi España y yo
semos diferentes.
Lo lailo lailo lo lailo la,
lo lailo lo lailo la,
lo digo como lo bailo
y tal y tal.

Me benefisiaba a todas y ninguna
se quejó de malos tratos.
La Interpol y los niñatos de la tuna
me ilustraban los zapatos.

Si a ratos me puso cuernos la fortuna,
fue de forma fraudulenta.
La patria es una fulana,
menos mi madre y mi hermana,
no hay coño que no esté en venta.

Me cago en los detectives
americanos que viven
en Jollivú de las rentas.

Donde los reyes más goldwin meyers
de la baraja
chulean a Mortadelo con crecepelo
de las rebajas.
El niño de Scotland Yard
torea regular
y por consiguientes
Sherlock Holmes se acompleja,
para cortar las orejas
hay que tenerlos como Torrente.
Cuadraos.

En Acrapulcos y en Estoril,
en Marrakech y en Dublín
hay más estrés que en Madrid
y menos ambiente.

En Montecarlo, en Honolulú,
en Yacarta y en Moscú,
les falta un Puerto Banús
(semos diferentes).

Lo dice Torrente,
que es un servidor,
que a las Mata Haris
les hace un afoto,
les vende un amoto,
les birla el reloj.
Pregúntale al Fari
y al Tony Leblanc,
que son namber uanes
de los club de fanes
en plan virtual.
Porque me lo monto
sin poner el cazo,
me llaman el brazo
tonto de la ley.
Dos y dos son cinco, te la jinco
menos una, seis quéeeee?
y tós los diyéis ¿di...quei?
del mundo mundial venga ya!
me dicen Chapeau ¿pourquoi?
porque ya lo veis, y tal y tal...
sigo siendo el rey demostración!
sigo siendo el rey... y tal y tal...
Por si quedaba alguna duda
Torrente pa España....
Pa El mundo....
raro vamonó.... venga....
¿Y este quien es?.... que ya no queda nadie.
Sigo siendo el rey........

El valiente y el cobarde

"El valiente lo es hasta que el cobarde deja de serlo".

Anónimo

04 junio, 2008

¿Que comen las familias del mundo?

Hace unos años, el fotógrafo Peter Menzel decidió viajar por el mundo y fotografiar a 30 familias de 24 países de todo el mundo. La idea era fotografiar a las familias, junto a la comida que consumirían esa semana, además de tomar nota del gasto por cada una de las familias.
El libro en el que están recogidas las fotografías se llama Hungry Planet, y la verdad es que además del buen trato fotográfico, sorprende mucho las diferencias entre un país y otro. Fijaros en las fotos y en los alimentos , en el numero de personas que tiene cada familia y que productos consumen. Aunque la presentación es un poco larga es muy interesante.
Pincha en las fotos para verlas en grande


Alemania: 500,07 Dolares


Carolina del Norte (USA): 346 Dolares


Japon: 317,25 Dolares


Sicilia (Italia): 260,11 Dolares


Londres: 253,15 Dolares


Kuwait: 221,45 Dolares


Mexico; 189,09 Dolares


California (USA): 159,18 Dolares


Pekin (China): 155,06 Dolares


Polonia: 151,27 Dolares


Egipto: 68,53 Dolares


Mongolia: 40,02 Dolares


Ecuador: 31,55 Dolares


Buthan (Nepal): 5,03 Dolares


Thad (Africa): 1,62 Dolares

Y dieron las diez

Una letra de Burning el grupo del barrio de la Elipa.
A mi, me encanta esta canción.



Subimos en el ascensor,
su pelo negro sensual y chanel.
Ella se despidió en el seis
y su perfume allí quedo,
yo con él.

Y dieron las diez en el reloj,
y el cielo toqué en la habitación.

En una fiesta la encontré
me insinué, la miré, sonrió.
Ella me dijo que si lo hacía bien
a las estrellas te llevaré.
Te llevaré.

Pero el encanto de la noche azul
se fue apagando con los rayos de luz,
de luz.

Y dieron las diez en el reloj
y el cielo toqué en la habitación...
y dieron las diez ...

03 junio, 2008

Algo no marcha bien en el trabajo



Algo no marcha bien en el sistema laboral español. Según un reciente estudio del Observatorio de Riesgos Psicosociales de UGT, se ha estimado que tres de cada cuatro trabajadores, en concreto un 73%, sufren stress en su ámbito laboral y que de ese 73% tres cuartas partes tienen problemas de salud derivados de esta situación.

Fatiga, irritabilidad, dolor de cabeza, sensación de agobio o falta de concentración, suelen ser los síntomas más comunes en las personas afectadas.
Son muchos los factores los que hacen que un trabajador tenga el sindrome del "quemado" o "burnout". Aquí se puede destacar la falta de conciliación familiar y laboral que sufre la mayor parte de la población activa. Seres humanos a los que los horarios partidos impiden en muchos casos tener vida familiar.

Según los expertos las jornadas interminables, la falta de autonomía, la indefinición sobre las tareas a desarrollar, o el mobbing, dificultan la conciliación, disminuyen la productividad, aumenta los accidentes laborales, y perjudica seriamente nuestra mermada calidad de vida.

Según el estudio un 26% de trabajadores se encuentran en riesgo de acoso al desempeñar su actividad laboral en un ambiente "hostil". Solamente un 2% reconoce ser acosado continuamente y un 15% reconoce haber sido acosado en alguna ocasión.

Un 43% de trabajadores reconoce haber sufrido un trato vejatorio por parte de su superior, donde los gritos y las amenazas pueden conducir al trabajador a sufrir depresión y por lo tanto a la baja laboral.

El Observatorio de Riesgos Psicosociales realizó un estudio entre 4000 trabajadores de diferentes sectores, como la hosteleria, sector servicios, industrias cárnicas, seguridad, textil o enseñanza, llegando a la conclusión que un 35% de los trabajadores que se encontraban de baja por depresión habían sufrido intimidaciones y amenazas, un 32% había sido sometido a acoso moral, un 26% había sufrido algún tipo de violencia verbal, y un 23% sufrieron agresiones físicas.

(Personalmente me creo los datos porque viví la situación muy de cerca con dos ex-compañeros en los que se cumplieron varios de los datos, y a los que finalmente la empresa consiguió despedir).

Por otro lado las empresas no quieren, ni tienen intención de solucionar este problema, dejando que sea el tiempo el que actue, consiguiendo finalmente que sea el trabajador el que se marche por su cuenta.

Y es que mientras sigan primando los intereses económicos por encima de la calidad de vida de los trabajadores, mal nos irá......

02 junio, 2008

Libros


Una explicación gráfica en la que se trata de explicar la feria del libro de Madrid según la teoría de conjuntos. Pincha en la imagen para verla en grande.
Muy bueno.
Viñeta de Mario Entrialgo

Los horarios españoles

Desde pequeño siempre he oído a ufanos compatriotas que “en España se vive como en ninguna parte”. Durante la dictadura franquista no sería por nuestro bienestar económico ni por nuestras libertades públicas, ya que carecíamos de lo uno y de lo otro. Al parecer, se trata más bien de nuestra capacidad de cachondeo, del libertinaje de nuestros horarios al margen de disciplina alguna. Pues no le veo la gracia, qué quieren que les diga, porque al final trabajamos tanto como el que más y acabamos tan derrengados como el que más. Por ejemplo: ¿en qué otro país del mundo se programa una final de fútbol que acabe cerca de la medianoche? Los supervivientes de la juerga subsiguiente que fueron a trabajar lo hicieron, si no con cefalea, sí con una peligrosa falta de sueño como para provocar cualquier accidente laboral.


Es que somos así de chulos. No llegamos al extremo de Venezuela, donde parte de la población no trabaja por principio los lunes ya que padece goma, o sea, una resaca socialmente consentida; pero sí que faltamos al curro el doble que cualquier otro día. ¡Como para conciliar vida social y familiar! O, simplemente, aumentar esa productividad que, según Rodríguez Zapatero, es nuestra asignatura pendiente. A muchos extranjeros les parece inconcebible que comidas de trabajo duren hasta las seis de la tarde, cuando ellos hace ya una hora que han acabado su jornada laboral. Aquí, claro, con semejantes almuerzos copiosos, muchos ejecutivos se quedan luego en el despacho hasta las diez de la noche, para que no se diga.

Algo falla cuando todos los demás países tienen un horario diferente. Probablemente, somos como el borracho del chiste, que va en dirección contraria en una autopista y cree que son todos los demás quienes conducen en la dirección equivocada. Uno piensa, con su lógica de andar por casa, que modificar los horarios no conlleva cambiar nuestro carácter lúdico, sino disponer de más tiempo para la juerga, para la eficacia laboral y para la familia. Jaraneros, sí, pero con relax.

Enrique Arias Vega visto en diariometro

La maravilla de aprender

"Lo maravilloso de aprender algo es que nadie puede arrebatárnosolo".
B.B. King

01 junio, 2008

Los niños siempre dicen la verdad

En España existe un dicho popular que dice que los niños y los borrachos siempre dicen la verdad. Aunque en este caso que les voy a contar el niño es tan pequeño que no tiene conciencia de lo que acontece a su alrededor, el caso no deja de resultar curioso.

Cuentan que en cierta ocasión, un joven amigo del gran físico Albert Einstein, quiso que conociera a su hijo de 18 meses. El bebé observó unos instantes el rostro envejecido y arrugado de Einstein y, acto seguido, asustado se puso a llorar.

El genio miró sonriendo al niño, le acarició la cabecita y le dijo: "Es usted la primera persona en muchos años que me ha dicho lo que realmente piensa de mí".

No puedo asegurar que esta anécdota sea verídica. La única veracidad que la concedo es el haberla visto publicada en una revista de entretenimiento de tirada nacional. Como me ha gustado he querido compartirla con todos vosotros.