Un pequeño poema que aprendí de pequeño y que no se me ha olvidado nunca.
Cuentan de un sabio que un día
tan pobre y mísero estaba
que sólo se sustentaba
de las hierbas que cogía.
Habrá otro –entre si decia-
mas pobre y mísero que yo?
Y cuando el rostro volvió
hayó la respuesta viendo
que otro sabio iba cogiendo
las hierbas que el arrojó...
19 diciembre, 2007
¿El sabio pobre o el pobre sabio?
Etiquetas:
Píldoras para el alma,
poemario
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