Lo primero que me llamó la atención de este libro fué que abordaba una temática poco habitual: la supuesta guerra de sexos o por qué a hombres y mujeres les cuesta tanto entenderse.
El libro escrito por el matrimonio Allan y Barbara Pease, nos describe, basándose en estudios científicos, biológicos, etnológicos o genéticos, las ventajas y desventajas de ambos sexos. Para ello, los autores del libro, emplearon tres años en recopilar estas investigaciones, creencias y casos personales sobre las relaciones entre hombres y mujeres.
En los diversos capítulos en los que está dividido se tratan los diferentes aspectos que diferencian a ambos sexos. Sabremos por qué las mujeres hablan muchísimo mejor que los hombres y tienen más riqueza verbal, o por qué los hombres tienen más desarrollada la habilidad espacial y aparcan más facilmente. En otro capitulo los autores dan su explicación sobre por qué ellas lo llaman amor cuando los hombres quieren decir sexo, y porqué la mujer es genéticamente monógama y el hombre polígamo.
A pesar de estar escrito de una manera fresca y amena, suele caer en tópicos generalizados que no comparto y que hemos escuchado en infinidad de ocasiones y este hecho hace que se vuelva un poco repetitivo.
Si te animas a leerlo no esperes encontrar la fórmula universal para entrar en la psique de un hombre o una mujer, porque esa fórmula no existe. Lo que si que vas a encontrar son algunas pautas de compartamiento que quizás te ayuden a comprender algo mejor a tu pareja.
10 noviembre, 2008
Por qué los hombres no escuchan y las mujeres no entienden los mapas
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Libros
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2 Internautas dijeron....:
Entonces digo yo, que ahora no te quejarás si tu chica tarda en arreglarse, aparca peor que tú, no deja de hablar por el móvil, etc, etc....
Si es que leer es saber!
La de cosas que enseñan los libros..
Tengo un cielo de chica que vale lo que no está en los escritos.
Si alguna vez tarda un poco en arreglarse no me quejo porque se que se está poniendo guapa para mi. Que conduce y aparca mejor que yo lo tengo asumidísimo. ODIO conducir.
Y con el movil tampoco se pasa.
Como puedes ver no tengo NINGUNA razón para quejarme.
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