Primer cuadro de la historia que muestra el vello púbico

La maja desnuda es la primera figura femenina de la historia de la pintura que muestra el vello púbico.
Parece ser que la maja desnuda y la vestida fueron encargadas por Godoy para decorar su gabinete. La obra se encontraba junto a la Venus del espejo de Velázquez y otra Venus de la escuela veneciana del siglo XVI, manifestando de esta forma el gusto del valido de Carlos IV por las pinturas de desnudos femeninos, así como su poder debido a la persecución que conllevaban estas obras por parte de la inquisición. Pero Godoy no tenía nada que temer, era el hombre más poderoso del país y muy astuto.

Las dos majas estaban instaladas en un ingenioso mecanismo de muelles, donde la vestida se hallaba sobre la desnuda, permitiendo intercambiar las dos majas según la persona que hiciese la visita.

Pero este ingenioso artilugio no hizo que Francisco de Goya se librara del largo brazo de la inquisición. El pintor tuvo que comparecer en 1814 ante los tribunales por ser el autor de este cuadro y de los caprichos, aunque el asunto fué sobreseído gracias a la intervención de un personaje poderoso quizá el Cardenal don Luis de Borbón o, en último término, el propio Fernando VII. Aunque la obra fué confiscada por el santo oficio y quedó fuera de la vista del público hasta principios del siglo XX.