Nuestra felicidad según un chamán de Nueva York

Este es el título del libro en el que el prestigioso psiquiatra Luis Rojas Marcos analiza un tema tan profundo y extenso como la felicidad en el mundo de hoy.
En este libro, escrito en forma de ensayo, el autor nos narra como una tarde de verano de 1998 en Central Park unos amigos le plantearon el reto de dar su punto de vista sobre la felicidad y lo acepto estableciendo como única condición poder hacerlo a su manera.

Y es por ese motivo por lo que el autor nos habla de la felicidad desde un punto de vista global, sin pararse a analizar qué motivos son los que pueden hacer feliz a cada persona y analizando exhaustivamente las miles de cosas que a diario hacen más llevadera nuestra existencia y que sin embargo no les prestamos atención.

Rojas Marcos hace un repaso de los pequeños logros que ha conseguido el ser humano desde la edad de piedra hasta nuestros dias. Encontrar un lugar donde refugiarse de las inclemencias meteorológicas era un motivo de felicidad para nuestros antepasados de hace dos millones de años. Sin embargo, en la actualidad, nadie le da importancia a ese acto ni es un hecho que nos produzca una felicidad significativa, salvo que este lloviendo y nos encontremos en el campo.

Todo el libro hace constantes referencias a esas pequeñas cosas: La utilización de la lectura y la escritura para comunicarnos y reafirmar nuestra identidad social, el descubrimiento del fuego que nos facilitó preparar los alimentos y caldear las cuevas, la invención la rueda para desplazarnos más fácilmente. La aparición de los primeros chamanes precursores de los médicos que hoy dia alivian nuestro dolor físico. La agricultura y la domesticación de animales que nos evitaba estar expuestos al peligro que suponía cazar para sobrevivir. El descubrimiento de la astrologia, la religión, la filosofía, las matemáticas, la teoría del evolucionismo de Darwin, el análisis de la psique de Froid, y de como supusieron grandes cambios sociales. La revolución industrial, la electricidad, las telecomunicaciones, la música, la fotografia, o internet también han supuesto cambios que han conseguido mejorar nuestra calidad de vida.

Pero al igual que hay cosas que nos hacen felices, existe lo que el autor llama "Los ladrones de la felicidad" que son aquellas cosas que intentan arrebatarnos la dicha. Para el autor hay cuatro "ladrones": El dolor, el odio, el miedo y la depresión. A ellos les dedica todo el capítulo 10.

El libro termina indicándonos que tanto la felicidad como la miseria depende en gran medida de la personalidad y de la suerte de cada uno y que alcanzar la felicidad es más fácil si uno tiene una autoestima favorable y la sensación de control sobre su propia vida, un talante optimista y comunicativo y una buena capacidad para adaptarse a los cambios y superar los retos que se nos presenten a lo largo de nuestra vida.