Acabo de leer en el diario Público un artículo en el que un grupo de investigadores franceses advierten que la información que la mayoría de nosotros tenemos grabada en discos tiene una esperanza de vida máxima de 10 años.
La noticia, intrascendente en estos días de Agosto en los que la gente está más pendiente de los días que aún les quedan de vacaciones o los que les faltan para volver a la rutina diaria, aunque no me ha resultado del todo ajena, me parece extremadamente preocupante.
Hoy tenemos casi todo en formato digital. Fotos, vídeos, música, los mapas del GPS, las cuentas de la casa en Excell, libros electrónicos, etc, etc. Sin embargo no podemos asegurar que dentro de 20 años todo eso vaya a seguir ahí.
La solución propuesta por el grupo de expertos es la migración periódica de los datos a otro tipo de soportes. Algo que ya hicimos los que empezamos en esto de la informática hace la tira de años: Cambiar la información del disquete flexible de 5'25" al de 3'5", de estos al "indestructible" CD y de este último DVD.
Sin embargo esto no ha hecho más que empezar y a día de hoy no existe ningún soporte que garantice la permanencia de nuestros datos por mucho tiempo. Además de los soportes anteriormente mencionados, tenemos otros como las tarjetas SD, discos duros de varios Teras, discos SSD, discos Blue-Ray y nuevos proyectos de los que aún no hemos oido ni hablar. Aunque tengo la sensación de que ninguno de ellos va a ser definitivo.
Me gustan las cosas antigüas. Tengo en casa algunos libros de mediados del siglo pasado y aunque sus hojas se han vuelto amarillas por el paso del tiempo aún se pueden leer. Negativos fotográficos de hace más de 20 años que han aguantado el paso del tiempo en perfecto estado. Una máquina de escribir de 1935 con la que, si le pusiera cinta entintada, podría escribir igual que hace 75 años. Varios discos de pizarra y algunos vinilos que aún conservan las canciones grabadas en ellos.
En cambio unos disquettes de 3'5" de hace doce años y algunos CD´s de hace mucho menos tiempo han acabado en la basura al ser imposible acceder a su información. Tengo tantas dificultades para encontrar una memoria SD de 256 Mb SD para mi primera cámara digital, comprada hace 8 años, como para encontrar la cinta entintada para la máquina de escribir.
La solución de migrar de un tipo de soporte a otro es una buena solución. Es más... yo diría que es la mejor solución para los fabricantes pero no para los usuarios a los que nos toca pagar varias veces si queremos seguir conservando nuestros recuerdos.
19 agosto, 2010
La fragilidad de los soportes digitales.
Etiquetas:
Informática,
Personal
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