10 marzo, 2010

Los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift.

Cuando ví este libro en una de las estanterías de la biblioteca municipal lo primero que pensé fue que había sido traspapelado de la sección infantil a la sección de adultos. Al cogerlo entre mis manos y hojearlo lo primero que me llamó la atención fueron sus casi 349 páginas y que se trataba de una traducción exacta de la obra original escrita por el autor en el año 1726.

Siempre había pensado que "Los viajes de Gulliver" era un libro escrito para niños. Al fin y al cabo mi conocimiento sobre él no iba más allá del viaje a Liliput y al país de los gigantes y poco más, así que lo saqué para leerlo y descubrir qué partes del libro habían sido omitidas.

En cuanto comencé a leer me di cuenta de lo equivocado que estaba. Para entender bien el libro hay que ponerse en el contexto en el que fue escrito y la situación social y política del momento. La obra de Jonathan Swift es una sátira histórica que se burla de las novelas de aventuras fustigando bajo el disfraz de ficción a algunos personajes o situaciones reales de la época. Por ejemplo, Liliput es Inglaterra, Blefuscu es Francia, o el tesorero Filmnap es Walpole.

En el primer viaje de Gulliver a Liliput el autor nos narra las leyes y costumbres de ese diminuto reino donde los niños no son educados por sus padres sino por el Estado a costa de los primeros; las leyes no están basadas en el castigo a quien las infrige sino en el premio a quien las cumple. El autor también nos cuenta que la única manera de prosperar en la corte es hacer equilibrios delante del rey, quizás en una clara denuncia a cómo eran elegidos los representantes del gobierno en la Inglaterra de entonces.

Brobdingwag es el país de los gigantes. En él Gulliver es tomado por un entretenimiento por todos los habitantes del reino, especialmente por las damas de la corte que no tienen reparo en desnudarse delante de su presencia o jugar con él colgándolo de sus pechos. A pesar de todos los esfuerzos de Gulliver por hacer entender al rey la civilización de la que procede, éste no le toma en serio al considerarla como una civilización insignificante.

En el tercer viaje Gulliver visita varios paises: Laputa, Balnibarbi y Glubbdrubdrib. La isla volante de Laputa es una clara alusión a las colonias que tenía Inglaterra en ese momento. En ella sus habitantes son criaturas pragmáticas y ausentes de imaginación que pasan la mayor parte de su vida absortos en sus propios pensamientos. El gobierno de la isla está a cargo de un grupo de astrónomos que se dedican a observar cualquier cambio que se produzca en los cuerpos celestes.

En Balnibarbi visita una academia en la que todos los profesores parecen haber perdido el juicio, ya que están embarcados en los proyectos más absurdos y descabellados que haya imaginado cualquier ser humano como extraer rayos de sol de pepinos, ablandar el mármol para construir almohadas, o la de dividir en dos la cabeza de políticos de distinto partido e intercambiar una mitad por otra para que al analizar una cuestión de estado los dos medios cerebros alcanzasen un acuerdo razonable.

Glubbdrubdrib conocida como la isla de los magos es un lugar extraordinario habitado por nigromantes que tienen el poder de resucitar por veinticuatro horas a cualquier difunto. Gulliver pide conocer a Alejandro Magno, Anibal, César y Pompeyo quedándose admirado ante las grandes proezas realizadas por estas personas. Sin embargo se siente decepcionado con la historia moderna al descubrir que las mayores hazañas de guerra habían sido atribuidas a propósito a los más cobardes, los más sabios consejos a los más necios, sinceridad a los aduladores, y virtud a los traidores. De igual forma descubre cómo valiéndose de ciertas mañas muy poco éticas, la más puta había llegado a cortesana, o el más cobarde había sido nombrado capitán de navío.

El último viaje de Gulliver le lleva a una isla que no tiene nombre, en ella sus habitantes viven en un lugar idílico. En ella los hombres son conocidos como Yahoos, unos seres que viven en un estado elemental de salvajismo y egoismo.
En cambio los caballos que habitan en la isla, conocidos como houyhnhnms, son los seres racionales: tienen la capacidad de hablar, el entendimiento, los buenos sentimientos, y la verdad.  Para ellos los términos poder, gobierno, guerra, ley, castigo y muchos otros no existen, por lo que a Gulliver, a pesar de intentarlo, le resulta imposible explicarles su significado.

A su regreso a Inglaterra el protagonista después de narrar sus increibles aventuras es tomado por loco por todos aquellos que le conocen . Como Gulliver no es capaz de soportar la hipocresía, la falta de razón, y la falsedad del ser humano compra un par de caballos a los que cuida y respeta más que a sus propios congéneres.

Con este libro de ficción el autor trató de dar a conocer a todo el mundo la realidad política, religiosa, moral, la ciencia, la filosofía, la historia, de la sociedad inglesa de la época.

Pinchando sobre este enlace se puede leer el libro completo.

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