12 julio, 2010

Somos mundiales.

A pesar de que España ganase ayer el mundial coincido con lo que dice Juan Antonio García Amado con la única diferencia que a mi el fútbol no me gusta y menos cuando se utiliza descaradamente para desviar la atención.
Me parece mentira que a una sociedad más culta la sigan engañando con las mismas artimañas de hace 50 años.
Aquí os dejo el relato.

SOMOS MUNDIALES

Viajo a pasar el fin de semana en Gijón y me encuentro levantadas unas cuantas calles principales. En la zona de la playa, por supuesto. Supongo que serán restos de aquel plan Z (¿O era plan E?). Me quedo pensando que un trocito del asfalto nuevo es mío, ya que se paga con el sueldo que me rebajan. Pues ya sabemos que ahora se quiere descontar a los funcionarios lo mismo que hace un año se dio a los ayuntamientos para hacer carriles de bicicleta y aceras de mucho diseño. Decían que se trataba de combatir el paro y ahora lo que suspenden son obras del AVE y de autovías. Tremenda coherencia, claridad de ideas, rigor ideológico. Quien tiene un gobierno tiene un tesoro.

En tales reflexiones andaba cuando vi el partido del Mundial, el de España contra la pobre y honrada Honduras. Por el entusiasmo de los locutores parecía que el rival era Brasil, pero no, se trataba de Honduras. No hay enemigo pequeño, se dice, aunque existan gobernantes enanos.

"Como cuando Franco, nos empachan de fútbol, estimulan a patadas un patriotismo cutre, manipulan las emociones más pringosas, mientras el país va al garete en lo que más importa y nuestros políticos cultivan una ética pública más propia de ratas"

Durante ese partido recordé mucho a mi padre. En mi infancia, con Franco vivito y coleando, mi padre siempre quería que perdieran tanto la Selección como el Real Madrid. Yo no lo entendía, pese a que él me explicaba que era porque sus triunfos daban aliento al régimen y hacían a la gente conformarse y creerse feliz, pese a tanto oprobio y tanta miseria. Ahora me pasa a mí. Estoy hecho un lío. Me gusta el fútbol y me hace cierta gracia la Selección, pero me parece que para el país no sería nada bueno un éxito en el Mundial. Conviene más que acabemos de hundirnos del todo, de desmoralizarnos, que seamos conscientes de los niveles de incompetencia y frivolidad que hemos alcanzado. Como cuando Franco, nos empachan de fútbol, estimulan a patadas un patriotismo cutre, manipulan las emociones más pringosas, mientras el país va al garete en lo que más importa y nuestros políticos cultivan una ética pública más propia de ratas.

Y si tan importante es la Selección y tanto ha de contar el fútbol, propongo que el próximo presidente del gobierno sea el Guaje Villa y que de vicepresidente pongan al Niño Torres. Al menos nos meterán los goles con más arte. Ah, y que de líder de la oposición juegue Navas, que por la banda desborda mejor que el gallego sonado.

Autor Juan Antonio García Amado visto en Dura Lex.

3 Internautas dijeron....:

Anónimo dijo...

Al pueblo, pan y circo.
Ya lo decían los romanos.


saludos.

Anónimo dijo...

Y el pueblo es tan lerdo que prefiere creerse el mensaje de cohesión, organización, acatamiento de las normas, calidad, rigor, esfuerzo y unión colectiva de la selección que nos venden los políticos.

El país que encabeza José Luis Rodríguez Zapatero es un territorio dividido, malencarado, volteado por el radicalismo integral, roto por la progresía más estúpida que hay en Europa, agrietado por reyezuelos provincianos que solamente buscan proteger sus prebendas y radicalmente anómico en sus principios, en sus valores y en sus referentes.

Javier dijo...

Sí, pero no.

Yo digo: "A caballo regalado, no le mires el dentado".

Si la fragmentación que padece este país por culpa de algunos políticos extremistas, desaparece más o menos tiempo gracias a algo tan superficial como el fútbol, no seré yo quien no de las gracias.

O dicho más claro: es más importante el resultado que la causa, al menos en este caso.

De todo se puede sacar algo bueno. Hasta del fútbol.