El escritor Paulo Coelho realizó un sondeo entre sus amigos para averiguar que hechos eran, desde su punto de vista, considerados normales por el resto de la sociedad.
Este es el inventario de la normalidad:
1] Cualquier cosa que nos haga olvidar nuestra verdadera identidad y nuestros sueños, y nos haga apenas trabajar para producir y reproducir.
2] Tener reglas para una guerra (Convención de Ginebra).
3] Emplear varios años estudiando en la universidad, y después no conseguir trabajo.
4] Trabajar de nueve de la mañana a cinco de la tarde en algo que no da ninguna satisfacción, con la condición de poder jubilarse después de treinta años.
5] Jubilarse, descubrir que ya no se tiene energía para disfrutar de la vida, y morir pocos años después, de aburrimiento.
6] Usar botox.
7] Procurar tener éxito financiero, en lugar de buscar la felicidad.
8] Ridiculizar al que busca la felicidad en lugar del dinero, calificándolo de “persona sin ambición”.
9] Comprar objetos como coches, casas, ropas y definir la vida en función de estas comparaciones, en lugar de intentar averiguar la verdadera razón de estar vivo.
10] No hablar con extraños. Criticar al vecino.
11] Considerar que los padres siempre tienen la razón.
12] Casarse, tener hijos, y continuar juntos aunque el amor haya terminado, alegando que es por el bien de los niños (como si éstos no presenciaran las constantes peleas).
12] Criticar a todo aquel que intenta ser diferente.
14] Empezar el día con un despertador histérico al lado de la cama.
15] Creer que es verdadero absolutamente todo lo que está impreso.
16] Llevar un pedazo de tela de colores atado al cuello, sin ninguna utilidad conocida, pero que todos conocen con el pomposo nombre de “corbata”.
17] Nunca ser directo en las preguntas, aunque la otra persona entienda lo que se está queriendo saber.
18] Mantener la sonrisa en los labios cuando se tienen unas ganas locas de echarse a llorar. Y sentir piedad por todos los que demuestran sus sentimientos íntimos.
19] Pensar que el arte vale una fortuna, o que no vale absolutamente nada.
20] Despreciar por sistema lo que se consiguió fácilmente, porque, como no se dio el “sacrificio necesario”, no debe de tener las cualidades requeridas.
21] Seguir la moda, incluso cuando parece ridícula e incómoda.
22] Estar convencido de que todo famoso debe tener guardados montones de dinero.
23] Dedicar mucho esfuerzo a la belleza exterior, y preocuparse poco con la belleza interior.
24] Usar todos los medios posibles para mostrar que, aun siendo una persona normal, uno está infinitamente por encima del resto de los seres humanos.
25] A bordo de un transporte público, nunca mirar directamente a los ojos de la gente, pues tal cosa podría entenderse como un intento de seducción.
26] Al entrar al ascensor, mantenerse orientado hacia la puerta de salida, y comportarse como si no hubiera ningún otro ser humano allí dentro, por muy abarrotado que esté el lugar.
27] Jamás reírse a carcajadas en un restaurante, por muy buena que sea la historia.
28] En el hemisferio norte, elegir la ropa que se lleva de acuerdo a la estación del año: brazos desnudos en primavera (por mucho frío que haga) y jersey de lana en otoño (aunque haga mucho calor).
29] En el hemisferio sur, llenar el árbol de navidad de algodón, aunque el invierno no tenga nada que ver con el nacimiento de Cristo.
30] Cuando alguien llega a mayor, creerse dueño de toda la sabiduría del mundo, aunque muchas veces no se haya vivido lo suficiente para reconocer lo correcto.
31] Ir a una feria de beneficencia y pensar que con eso ya se ha hecho bastante para acabar con las desigualdades sociales del mundo.
32] Comer tres veces al día, aunque no se tenga hambre.
33] Creer que los otros siempre nos superan en todo: son más atractivos, más competentes, más ricos, más inteligentes, etc. Es muy arriesgado aventurarse más allá de las propias limitaciones: lo más conveniente es no hacer nada.
34] Hacer del coche un medio para sentirse poderoso, y capaz de dominar el mundo.
35] Soltar improperios en el tráfico.
36] Pensar que todo lo malo que hace el hijo de uno es por culpa de las malas compañías.
37] Casarse con la primera persona que dispone de cierto estatus social. El amor puede esperar.
38] Repetir continuamente “Yo al menos lo intenté”, aunque en realidad no se haya intentado absolutamente nada.
39] Postergar las experiencias más interesantes de la vida para cuando ya no quedan fuerzas para llevarlas a cabo.
40] Huir de la depresión con fuertes dosis diarias de televisión.
41] Pensar que todo lo conquistado se puede dar por seguro para siempre.
42] Creer que a las mujeres no les gusta el fútbol, y que a los hombres no les gusta la decoración.
43] Echarle al gobierno la culpa de todo.
44] Estar convencido de que ser una persona buena, decente, educada, conlleva que los demás la consideren débil, vulnerable y fácilmente manipulable.
45] Estar igualmente convencido de que la agresividad y la descortesía en el trato con los otros equivale a tener una personalidad poderosa.
46] Tener miedo de la fibroscopia (los hombres) y del parto (las mujeres).
47] Por último, creer que la religión de uno, además de la única dueña de la verdad absoluta, es la más importante, la mejor, y que todos los seres humanos de este inmenso planeta que crean en cualquier otra manifestación de Dios están condenados al fuego del infierno.
08 enero, 2009
Inventario de la normalidad
Etiquetas:
Píldoras para el alma
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2 Internautas dijeron....:
Vivir es mucho más simple que todo ello.
No sé por qué solemos asociar normalidad con algo establecido como bueno cuando no es así. Intento todos los días eliminar de mi diccionario la palabrita, que oculta mucho más que muestra. Para mí, no sirve, es una palabra que cubre demasiadas cosas que habría que sacar a la luz.
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