La Biblioteka, un concurso donde prima la inteligencia

No es que sea muy aficionado a tragarme cualquier cosa que emitan por televisión. Soy bastante selectivo a la hora de elegir la telemierda que quiero ver y si algo de lo que emiten en las cadenas no consigue engancharme cambio inmediatemente de canal.
Sin embargo el pasado viernes, zapeando voluntariamente por los canales del TDT, me topé con un "concurso" de televisión que me dejó de pasta de boniato. Observen que pongo "concurso" entre comillas por no poner directamente estupidez, aberración, o payasada.

El "concurso" en sí se llama La Biblioteka y es emitido por Antena3. El funcionamiento del mismo es muy sencillo: Se cogen a seis anormales cuyo modelo a seguir sean unos anormales aún mayores, los de Jackass por ejemplo, se los encierra en un plató decorado como si fuese una biblioteca, les reparten unas tarjetas para ver a quién le toca ser el blanco de las burlas y ellos tienen que aguantar en silencio las mil y una putadas que les quieran hacer los guionistas.

Hasta aquí nada anormal. Bueno sí: los concursantes y las pruebas. Porque hay que ser muy gilipollas lo primero para crearlas, lo segundo para aguantarlas y lo tercero para hacer que la gente que las ve se las crea.

Sé que no hablo con conocimiento de causa ya que sólo ví cuatro pruebas de semejante gilipollez antes de cambiar de canal, pero fueron suficientes para hacerme una idea del nivel intelectual de los sujetos.

En una de las pruebas dos concursantes tenían que frotar con toda la saña que fuera posible el cuerpo desnudo del pringado de turno con un estropajo tipo Scoth Brite.
Otra consistía en colocar una máscara en la cara al lumbreras, que estaba unida mediante un tubo a una bolsa que contenía dos sardinas en descomposición. El objetivo: respirar el aire putrefacto durante un minuto.
En la tercera, aparecía un tipo con el cubo de una fregona lleno de agua de fregar el suelo. El "afortunado" concursante tenía que beberse un vaso de ese agua.
Puedes ver las pruebas pinchando aquí.

Buscando en Youtube para la creación de esta entrada he encontrado otras pruebas para hacernos una idea del coeficiente intelectual del concursante: soportar un cabezazo en los genitales, recibir un golpe con un bate de beisbol en el trasero, aguantar un papel ardiendo en la espalda hasta que se consuma, etc.

No quiero ser yo quien coarte la libertad de los chavales para hacer con su cuerpo y neuronas lo que se les ponga de la pija. Allá ellos sus tonterias. Lo que me preocupa es que, viviendo como vivimos en un país acostumbrado a imitar todo aquello que aparece en la pequeña pantalla, aparezcan imitadores de los imitadores y traten de superar la gilipollez, rizar el rizo o hacer el más dificil todavia para colgarlo en internet.

Y mientras la tontería vaya únicamente con ellos no me preocupa demasiado, por mí como si les da por tirarse desde un avión sin paracaidas, pegarse un tiro en la sesera, o romper de tres cabezazos una campana. No seré yo quién les pare, es más los jalearé y animaré si me los encuentro. Lo que me jode es que quieran hacer partícipes involuntarios de sus gamberradas a gente que maldita la gracia que les hace.