Duros a peseta

Por qué se dice que la economía va bien si el ciudadano medio ha perdido poder adquisitivo y las viviendas han duplicado su precio en cinco años? ¿Qué significa esta frase? Para empezar, es un mantra propagandístico que repiten los políticos cuando se instalan en el poder, como si la publicidad pudiera intervenir en la percepción cotidiana del ciudadano, ésa que le habla de que le falta dinero para pagar la hipoteca, irse de vacaciones o comprarse un coche.

Supongo que es fácil condicionar al personal en asuntos relativos al gusto estético y que, por tanto, un anuncio machacón a favor de una marca de camisas tiene un efecto notable en los compradores, pero engañar sobre el presupuesto familiar se me antoja mucho más complicado. Si el pan y la leche suben de precio, de poco servirán los mensajes que intenten convencer de lo contrario a quienes acuden día a día al supermercado para surtir a sus familias de bienes de primera necesidad. Aun así, los dirigentes políticos pelean contra la realidad con las cuatro palabras mágicas, como los budistas repiten el vocablo Om para alcanzar el nirvana.

Imaginemos que un ministro de Sanidad saliera diciendo que la salud de los españoles va bien porque los hospitales son más grandes. La afirmación causaría risa o indignación. ¿Y los enfermos? ¿Se curan? ¿Y los médicos? ¿Están bien pagados? A la hora de hablar del crecimiento económico, sin embargo, se mencionan las cifras en abstracto sin tener en cuenta si han redundado o no en el bienestar ciudadano.

España ha crecido un 4%; qué bien. Pero esa bonanza: ¿a quien ha beneficiado? A la banca, desde luego, pues disfruta de vertiginosas ganancias desde hace lustros, pero ¿qué pasa con los asalariados? Todavía no ha llegado el momento en que para tomar un café con leche haya que pedir un crédito hipotecario -y tal y como está el Euribor, espero que nunca llegue-;, pero no cabe duda de que con la arribada del euro nos vendieron duros a pesetas.

Autor Juan Aparicio Belmonte Extraido del diario Metro