A LA TERCERA VA LA VENCIDA
Los alcaldes que sacan adelante sus proyectos urbanísticos a golpe de bolsas de basura negras con fajos de billetes. Los traficantes que se forran con las pateras de la muerte. Los que miran a otra parte. Los asesinos en potencia que conducen borrachos. Los maltratadores, que cambian su vida por una botella vacía y un cuchillo lleno de sangre. Los que ven y callan. Los que mienten y saben que mienten. Los que se lo creen y no hacen nada por evitarlo. Los que piensan que el carril es suyo. Los animales que abandonan a sus perritos.
Los que se pasan la vida haciendo juicios sumarísimos a sus vecinos. Los dictadores. Los terroristas. Los que les hacen el juego. Los vagos, los necios, los cuentistas. Los jetas. Los que se creen que la vida es una carrera contra el resto de la humanidad. Los que nunca reconocen que hay algo que no saben. Los autistas que sólo levantan sus ojos de la pantalla del móvil para fijarlos en el Messenger o en la Play. Los relaciones públicas que únicamente aparecen cuando todo va bien.
Los que sólo tienen tiempo para decir que no tienen tiempo para nada. Los padres que conocen a sus hijos de vista. Los que inventan países, lenguas, Historias y religiones. Los fanáticos, los intolerantes. Los siniestros, los mafiosos. El hambre. Las heridas que no se cierran, la música que te imponen, los dibujos japoneses. Los virus de los ordenadores, las enfermedades, el mal humor.
Los atascos, los accidentes. La junta de la trócola, que siempre te falla en medio de un viaje. La interminable ristra de anuncios de la tele, las pesadillas, los marrones, las colas. El garrafón. Las bolsas de basura mal cerradas, el aliento a ajo, el olor a pies. La envidia...
Hagamos una hoguera en estos primeros días del año. Para que todo eso se evapore con este 2008. Para que se desvanezca con este mes de diciembre. Para que se esfume hoy. Para que desaparezca con la última palabra de esta columna. Feliz año. (Lo publiqué en este mismo periódico el 31 de diciembre de 2004. También el año pasado. Pero lo podría haber escrito hoy mismo. Y no es una inocentada. Cruzo los dedos. Dicen que a la tercera va la vencida.
Julio Somoano del diario Metro.
02 enero, 2008
A la tercera va la vencida
Etiquetas:
Relatos prestados
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1 Internautas dijeron....:
Temo que todo lo que dices no quedará más que en simples deseos.
Acaba de empezar el año y ya tenemos la subida del precio de la luz, el gas, el teléfono, los transportes, el petróleo.
Sin embargo los sueldos siguen como hasta ahora. Los empresarios seguirán como hasta ahora. Los políticos no cambiaran en nada, ya que haciendo lo que hacen a ellos les va muy bien. Los delincuentes seguirán delinquiendo, los estudiantes prestando poca atención en clase y faltando el respeto a sus maestros.
Todo seguirá igual en un año nuevo.
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