Edward. S. Curtis, el fotógrafo de los nativos americanos

El legado gráfico que nos dejó Edward S. Curtis, aunque no es el único, si podemos decir que es el más completo por el esfuerzo y dedicación que puso en retratar a los nativos americanos.
A la edad de 31 años Curtis participó como fotógrafo oficial en una expedición a Alaska y en 1900 viajó a Montana para fotografiar la danza del sol en la reserva de Piegan. Desde ese momento puso todo su esfuerzo en cumplir su objetivo.

Después de vender una de sus colecciones al financiero J.P. Morgan, éste corre con la financiación de su gran proyecto: Documentar pictóricamente la vida de el indio norteamericano.

The North American Indian, es una colección de más de 2200 imágenes que Curtis produjó en 20 volúmenes y que fué vendida en edición limitada por suscripción. El precio de la época osciló entre 3.000 dólares en 1907 y 4.200 en 1924. El primer volumen aparece publicado en 1907 y el último en 1930. Sólo se vendieron unos 200 ejemplares.
Los originales de la colección quedaron guardados en un almacén hasta que fueron encontrados en 1970.

Curtis trabajó más de 30 años en su intento de documentar la vida, costumbres, mitos, hábitos, religión, y lengua de decenas de tribus americanas. Parte de este trabajo lo podemos ver visitando su página oficial.

Su respeto por su forma de vida, hizo que poco a poco se fuera ganando la confianza de los "indios" hasta que terminó siendo aceptado como uno más. Esto hizo que Curtis fuera uno de los pocos blancos, sino el único, al que los chamanes permitieron participar en sus rituales secretos.